Las concesiones de Finlandia y Suecia para que Turquía levante el veto a entrar en la OTAN

El país otomano se ha mostrado contrario al ingreso de los escandinavos desde que estos anunciaran oficialmente sus intenciones. Porque hay dos motivos fundamentales del veto turco. El más esgrimido desde Ankara es que los nórdicos se niegan a extraditar a miembros del Partido de los Trabajadores Kurdos ( PKK ), una formación calificada por Turquía como «organización terrorista».

«Suecia es un centro de incubación de organizaciones terroristas. Acogen a terroristas. En su Parlamento hay diputados que defienden a los terroristas. A quienes acogen a terroristas no les diremos 'sí' cuando quieren unirse a la OTAN», aseguró en el pasado el presidente turco, Tayyib Erdogan .

Otro de los puntos que mantenía enfrentadas a estas tres naciones es el embargo de armas impuesto por Finlandia y Suecia a Turquía por sus operaciones militares en el norte de Siria en 2019 contra los kurdos.

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El panorama ha cambiado por completo. Porque en la jornada inaugural de la Cumbre de la OTAN en Madrid Erdogan ha levantado el veto a la adhesión de Suecia y Finlandia. «Tenemos un acuerdo que permite que Suecia y Finlandia se unan a la OTAN», celebró el secretario general, Jens Stoltenberg , desde la sala de prensa del recinto ferial de Ifema.

Se pone así fin al principal obstáculo para que Helsinki y Estocolmo engrosen las filas de la Alianza , ya que era necesaria la aprobación unánime de todos los miembros.

Pero nada es gratis. Para conseguir la aprobación turca, Finlandia y Suecia se han comprometido a facilitar las exportaciones de armas y la lucha antiterrorista, como relató el mismo Stoltenberg: «Suecia y Finlandia se han comprometido a luchar contra el PKK y alcanzar un acuerdo de extradición con Turquía».

Se calcula que en suelo sueco y finés hay alrededor de 100.000 kurdos , siendo Suecia uno de los países europeos que más acoge (unos 84.000), por detrás de Alemania (cerca del millón y medio), Francia (150.000) y Países Bajos (100.000).

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