Chile ante su dilema: socialismo a la europea o bolivariano

La volatilidad, dicen los analistas de mercado, se mantendrá hasta que Boric no anuncie su equipo económico, lo cual no hará hasta el 22 de enero. El economista chileno Sergio Urzúa, profesor de la Universidad de Maryland, se sumó a las voces que instan a que el presidente electo adelante por lo menos el nombre del ministro de Hacienda.

«La gran pregunta es si el equipo de Boric va a estar preparado para los problemas a corto plazo», indicó. Y estos se resumen en una inflación acumulada en 2021 cercana al 7%, una tasa de desocupación del 8,1% a noviembre, un déficit estructural del 11,5% del PIB y una expansión del gasto público a junio de este año del 32,3% del PIB.

Los asesores de Boric han tomado anota de esto, pero advierten que es improbable que adelante nombres en esta área, porque no quieren dar la señal de que la economía lo es todo.

Aún así, la inquietud se cierne sobre el empresariado. El edil comunista de una comuna de Santiago Daniel Jadue, después de conocerse los resultados, afirmó que «empezamos, ahora sí a desmantelar el modelo neoliberal que nos legó la dictadura».

El discurso de Boric el domingo por la noche tampoco calmó los ánimos al insistir en que el crecimiento se deberá hacer con cuidado del medioambiente, y aseguró que no se le dará viabilidad al polémico proyecto minero de Dominga , cuya suerte está hoy en los tribunales ambientales.

Ayer, la mayor patronal chilena, la Confederación de la Producción y del Comercio, CPC, anunció que postergará las elecciones de directivos de marzo a julio; lo anterior, para conservar el liderazgo de su presidente Juan Sutil en tiempos convulsos. De hecho, Sutil debió insistir ante la Convención Constitucional para ser recibidos, cuestión que ocurrirá el próximo lunes 27, luego de que la primera petición de audiencia fuera rechazada.

Gabriel Boric sí fue recibido ayer por la mesa de la Convención, encabezada por Elisa Loncón , acompañado de la diputada comunista Camila Vallejo. En esa oportunidad, dijo que institucionalmente se ponía a disposición de la asamblea, respetando todas las visiones que se encuentran en ella reunidas. «Yo no espero, en ningún caso, una convención partisana, una convención al servicio de nuestro Gobierno», aclaró.

Todos los nombres que se han puesto sobre la mesa son de destacados economistas que se sumaron en el segundo tiempo de la campaña al comando de Gabriel Boric y que vienen del mundo de la ex Concertación.

El listado lo encabezaba la doctora en economía Andrea Repetto , pero esta descartó ayer toda posibilidad de asumir tales funciones. «Participé en el Consejo Asesor con entusiasmo, sin interés por un cargo. Seguiré ayudando desde la academia», dijo.

Así, continúan en carrera el ex presidente del Banco Central entre 1991 y 1996, Roberto Zahler (73 años) y el fundador de Espacio Público y doctor de la Universidad de Stanford, Eduardo Engel (65). Otro nombre que surgió en las últimas horas es el ex superintendente de Valores y luego de AFP, Guillermo Larraín (57), pero él ya reconoció que durante la elaboración del nuevo programa se mantuvieron las diferencias insalvables con el Frente Amplio en muchas materias.

El coordinador político Giorgio Jackson destacó, en tanto, al senador socialistas Carlos Montes (75), pero todos estos nombres, por edad, no tienen la sintonía generacional con el Frente Amplio.

En el círculo de Boric se encuentran la economista Claudia Sanhueza y sus asesores Diego Pardow y Nicolás Grau, pero el mercado se ha encargado de advertir que no tienen ni el peso ni la pericia necesaria. Una opción por radicales sin experiencia le acercaría a la fórmula socialista bolivariana; acudir a economistas de reconocido prestigio haría, en cambio, que su modelo se asemeje más al socialismo europeo.

Pasan las horas y Gabriel Boric no da mayores luces de cómo convertirá su su programa en proyectos de ley más allá de anunciar una reforma tributaria y otras de manera gradual acorde con las cuentas fiscales. Habrá un alza de impuestos para las empresas y se gravará los altos patrimonios (impuesto a los superricos), se profundizará en el royalty minero y se terminará con las AFP.

El presidente electo también recordó su compromiso de llevar el salario mínimo a 500.000 pesos (unos 500 euros) y la Pensión Garantizada Universal (PGU) a los 250.000 pesos. Esto último fue abordado por Boric y Piñera en su encuentro en La Moneda el lunes. Ayer, el Gobierno saliente presentó el proyecto de ley que crea esta PGU y que seis de los 7 candidatos presidenciales colocaron en sus programas. La iniciativa, que ya cuenta con un amplio y transversal apoyo, comprende entregar una pensión de 185.000 pesos a todos los mayores de 65 años estén jubilados o no, y que tengan 20 años de residencia continua en el país.

El Gobierno de Piñera intentará también, antes del receso legislativo de febrero, aprobar una serie de iniciativas que tienen relación con la seguridad como el control de armas y otros.