Carmen de Carlos - En eje
Cornadas para Bukele
«Me llaman dictador. ¿Dictador? Los hubiera fusilado a todos o algo así, si fuera verdad»
El presidente Bukele, hablando ante la ONU
Nayib Bukele ahora se define en Twitter como «El dictador más cool del mundo mundial». El presidente de El Salvador, responde este modo a los que le comparan con personajes, que él censura, como Nicolás Maduro, Daniel Ortega o Miguel Díaz-Canel.
Las críticas a ... Bukele arrecian en la oposición, organismos internacionales y en países como Estados Unidos, que elaboró una breve lista negra con algunos de los hombres de un presidente que ha decidido, como los toreros, hacer suyo el grito de: dejadme solo, frente a los toros bravos.
Las cornadas a Bukele le llegan de demasiado sitios. Desde la OEA advierten una democracia en riesgo y el relator de Naciones Unidas, Diego García Sayán, consideró, «inaceptable el ataque a la independencia y dignidad Judicial». La purga a los magistrados mayores de 60 años de la Corte Suprema de Justicia, es lo que está, fundamentalmente, en tela de juicio. Bukele se defiende y recuerda la mayoría absoluta que tiene en la Asamblea Legislativa, responsable de las «prejubilaciones» e incorporación de 98 jueces nuevos.
«Me llaman dictador. ¿Dictador? Los hubiera fusilado a todos o algo así, si fuera verdad», declaró desafiante. A Luis Almagro, el presidente más joven de la historia en El Salvador le acusó de intentar otorgar «impunidad a un criminal salvadoreño», al nombrar como asesor en la OEA a Ernesto Muyshondt, un exalcalde que afronta dos procesos penales, por la presunta compra de votos a pandilleros en las presidenciales de 2014. Almagro esperó a que se cumplieran dos años de su Presidencia antes de advertir, en un ejercicio de diplomacia: «Nuestros informes técnicos muestran determinados niveles de alteración del orden constitucional» en El Salvador.
Bukele tiene 40 años, una edad fantástica para soñar con un futuro largo en política e impulsar los cambios profundos que necesita un país como el suyo, (el más violento de Centroamérica y uno de los más corruptos). Por eso, es difícil entender, por muy torero que sea, que elija caminos que le dejan a los pies de los caballos de la democracia.