De Afganistán a la Patagonia

Pascual del Cioppo, embajador de Ecuador en España, pendiente de presentar credenciales, sirvió en bandeja una pregunta de Vox en el Congreso a la ministra de Igualdad, Irene Montero. Denunció en una televisión local contratos de hasta «un millón doscientos mil euros al año», a la cooperativa Kinema que, presuntamente y según sus declaraciones, caían en las manos abiertas de Rafael Mayoral y de la pareja de Pablo Iglesias. La oposición exige que presente documentos.

En la Patagonia el escenario es, cuando menos, perturbador. La Constituyente pretende suprimir el nombre «República de Chile» en la subcomisión de Estructura y Funcionamiento. La propuesta, votada por nueve votos a favor y dos en contra, deberá ser ratificada por la comisión y luego por el pleno. Un país con su nombre en la cuerda floja es un país en peligro.

Al otro lado de los Andes, el avispero del oficialismo se revuelve ante la foto de una fiestuqui en la residencial presidencial de Olivos, cuando el confinamiento era absoluto. El presidente Alberto Fernández, primero negó la evidencia, con ésta en todos los periódicos y televisiones luego la reconoció. Era el cumple de su Fabiola. Por último, para pasar página, se corrió el rumor de que ella, su pareja, estaba embarazada. ¿Verdad o mentira?