La risoterapia se abre camino en África
El presidente sudafricano, Jacob Zuma, retira la demanda contra un caricaturista que lo representó en el inicio de una violación a la diosa Justicia
EDUARDO S. MOLANO
Victoria para la risa de papel. Tras cuatro de años de litigios, el presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, ha retirado la demanda millonaria interpuesta contra el caricaturista Jonathan Shapiro «Zapiro» por atentar contra su honor.
En septiembre de 2008, el periódico «Sunday Times» ... publicaba una parodia en la que Zapiro retrataba al mandatario durante el aparente inicio de una agresión sexual hacia la diosa Justicia. Todo ello, con la inestimable ayuda de destacados miembros de la política sudafricana: Gwede Mantashe, secretario general del Congreso Nacional Africano (ANC); Julius Malema, líder por entonces de la Liga Juvenil del ANC; el sindicalista Zwelinzima Vavi, así como Blade Nzimande, secretario general del partido comunista.
La pantomima tenía su origen en las acusaciones de violación emitidas por la hija -seropositiva- de un compañero de partido hacia el propio Zuma dos años antes. Un juicio, en el que el gobernante ofreció, entre otras, sus teorías de cómo una simple ducha tras el acto sexual «consentido» evitaba el contagio del sida (de ahí el teléfono de la bañera que campea en la cabeza del caricaturado).
Sin embargo, quizá para evitar un caso más del efecto Streisand (exigir la retirada de una publicación tan solo provoca que ésta se convierta en más notoria), el presidente sudafricano ha preferido ceder en su opulenta demanda (en un principio, cercana al medio millón de euros).
Aunque, lo cierto, es que no parece que la cruzada humorística de Zapiro pudiera tener fin.
Encarcelado en la década de los 80 por su lucha contra el régimen del apartheid, curiosamente, sus obras han sido calificadas por el ANC en numerosas ocasiones de «racistas». Sin embargo, en su currículum no suele dejar títere con cabeza .
En 2003, una exhibición de sus ilustraciones subvencionada por el Centre for Conflict Resolution fue clausurada después de que varios congresistas criticaran la visión negativa que se ofrecía de los ex presidentes estadounidenses Bill Clinton y George W. Bush. De igual modo, en 2010, el dibujante sufrió varias amenazas de muerte tras la emisión de una caricatura con el profeta Mahoma como protagonista.
Suerte dispar entre colegas
Pese a ello, el humor polémico no se limita al «país del arco iris».
Entre sus más fieles representantes, Godfrey Mwampembwa -alias Gado-, cuyos trabajos se publican en el grupo keniano The Nation y quien se dedica ahora a «deconstruir» la realidad política del Este de África.
No en vano, en 2009, el caricaturista lanzaba el programa televisivo XYZ, que se basa en ridiculizar (al estilo de ‘Les Guignols’ franceses) a la clase gobernante. Eso sí, sin llegar nunca la sangre al río.
Aunque otros no tienen tanta suerte. Pese a ser una de las figuras más reputadas de Somalia, en la actualidad, el humorista gráfico Muktar Bashir Mudey sobrevive ilustrando libros para niños y anuncios publicitarios en Kenia tras sufrir numerosas intimidaciones por parte de la milicia islamista Al Shabab. Drama personal similar al de su compañero Amin Amir, quien reside ahora en Canadá después de varias amenazas de muerte.
La risoteria, en ocasiones, no es para todos.
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