Republicanos y demócratas despejan el camino de un acuerdo para extender las ayudas por Covid

Se prevé que el paquete de estímulo tenga un valor total de 900.000 millones de dólares (734.260 millones de euros). Las conversaciones para extender las ayudas aprobadas en primavera se arrastran desde el verano y estaban poniendo en riesgo los subsidios de los que dependen millones de estadounidenses y, además, una ley presupuestaria federal.

El plazo para aprobar el presupuesto había sufrido ya varias patadas hacia adelante, extensiones de pocos días para permitir a los legisladores llegar a un acuerdo sobre el paquete para el Covid. La última, de dos días, después de que las conversaciones naufragaran el viernes por la noche y se decidiera ampliar el plazo hasta la medianoche de hoy domingo .

La urgencia era máxima porque, si no hay acuerdo, millones de ciudadanos y empresas verían esfumadas las ayudas que han recibido en los últimos meses para mantener su economía a flote. Aunque las grandes empresas han navegado bien la crisis de la pandemia y la bolsa ha llegado a marcar récords, hay diez millones de empleos menos que en febrero, antes de que impactara el virus. Además, la negociación se produce en medio de un fuerte repunte de casos y fallecimientos en todo el país. Pese al comienzo de la vacunación, no se espera que la pandemia se pueda tener bajo control al menos hasta la primavera, y quede un invierno largo por delante.

El paquete económico de unos 900.000 millones de dólares es mucho más modesto de lo que buscaban los demócratas en un principio. Pero quedan muchos flecos por cerrar. Entre otros, cómo estructurar el subsidio de desempleo extra de 300 dólares semanales, determinar qué empresas pueden acceder a los 300.000 millones dedicados a pymes, quién podrá recibir un cheque de 600 dólares -en primavera fue de hasta 1.200 dólares- o qué cantidades deben dedicarse a ayudas para alimentación.

Este sábado, el principal punto de fricción entre republicanos y demócratas era una provisión que quieren incluir los primeros: impedir a la Reserva Federal otorgar préstamos de emergencia a pymes y entidades locales a partir del 1 de enero. Los demócratas lo ven como un abuso que recorta las competencias y la independencia de la Fed y que, además, ataría las manos del próximo presidente, Joe Biden, cuando jure su cargo el 20 de enero. Los republicanos ven la oposición demócrata como una estrategia de la oposición para acceder a más gasto por la puerta de atrás.

«Vamos a llegar a ello», aseguró ayer el líder republicano en el Senado, Mitch McConnell , sobre el acuerdo. Es posible que mañana se tenga que volver a extender el presupuesto durante unos días para seguir negociando, pero no lo podrán hacer mucho más. Después de la Navidad, los estadounidenses empezarán a dejar de recibir subsidios si no hay entendimiento.