Una mujer aporta detalles sobre un presunto asalto sexual de Herman Cain

Sharon Bialek da detalles de la denuncia que ha interpuesto al candidato en las primarias republicanas: «Metió la mano bajo mi falda, hacia los genitales»

Una mujer aporta detalles sobre un presunto asalto sexual de Herman Cain reuters

emili j. blasco

Sharon Bialek asegura que años atrás le fue a pedir trabajo a Cain cuando éste presidía la Asociación Nacional de Restaurantes. «Me puso la mano en la pierna, debajo de la falda, hacia los genitales. También empujó mi cabeza hacia su entrepierna », asegura.

Bialek, votante republicana y en su día empleada de la fundación educacional de la Asociación Nacional de Restaurantes, es la primera mujer que da un paso al frente públicamente en sus alegaciones. Otras tres mujeres han asegurado que sufrieron acososexual como empleadas de la Asociación, pero en dos casos recibieron compensaciones a cambio de una confidencialidad que ahora no han podido romper. Bialek va más allá y le acusa de asalto sexual, al tiempo que pide a las otras mujeres que también den un paso al frente.

Si Cain, que venía encabezando las encuestas, parecía poder salir de la crisis en la que había entrado su campaña la última semana por la filtración de esos previos casos, este lunes sufrió un golpe del que es difícil que se recobre. El empresario ha rechazado también las nuevas alegaciones.

Le pidió ayuda para encontrar trabajo

Bialek explicó en rueda de prensa en Nueva York, acompañada de la abogada feminista Gloria Allred a la que ha acudido, que conoció a Cain en Chicago durante una convención de la patronal hotelera celebrada en 1977. Allí cenó y comió a su lado en actos públicos, en compañía del novio de ella, y se generó una confianza que permitió que luego Bialek acudiera a ver a Cain a Washington, donde está la sede de la Asociación, cuando quedó sin trabajo.

Bialek le pidió su ayuda para ser readmitida o encontrar trabajo en otra parte. El le enseñó su habitación de hotel con alguna insinuación que ella prefirió pensar que malentendía.

Luego la llevó a cenar a un restaurante y prolongó la velada con la excusa de que quería enseñarle las oficinas de la Asociación. «De pronto se puso encima» , asegura, y le intentó forzar a un acto sexual que ella cortó de inmediato, pidiéndole que parara y recordándole que tenía novio. Él cedió en el intento y ya no volvieron a verse más.

Tras lo ocurrido, Bialek narró los hechos a varias personas. Dos de ellas, un pediatra y un empresario , han realizado declaraciones juradas de que así fue.

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