Un adolescente de 16 años, acusado del asesinato de la quinta víctima en los disturbios de Londres

Bowes fue la quinta víctima de los disturbios . Murió por heridas en la cabeza después de tres días en estado grave.

La madre del chico ha sido acusada por obstrucción a la investigación policial . El sospechoso deberá comparecer ante un Tribunal este martes. Hasta cinco personas murieron durante la violencia en las calles del Reino Unido durante la pasada semana. Entre ellos, tres personas atropelladas por un vehículo en Birmingham.

Alrededor de 3.000 personas han sido detenidas en todo el país y unas 1.400 han sido acusadas de delitos relacionados con los saqueos. Los disturbios comenzaron el 6 de agosto en Londres y se extendió a varias ciudades del país.

La Policía recibió duras críticas por su lenta respuesta a la violencia, especialmente en Londres. Finalmente, el primer ministro, David Cameron, optó por desplegar hasta 16.000 policías para sofocar las revueltas.

La policía británica adquirirá nuevos poderes para afrontar disturbios, entre los que se estudia que pueda imponer toques de queda en áreas específicas o para jóvenes de menos de 16 años, ha anunciado la ministra de Interior, Theresa May.

Es preciso, ha dicho, incrementar el número de policías desplegados en las calles, lo que en su opinión no es incompatible con que se lleve a cabo un recorte del 20% en los presupuestos que aplicará el Gobierno.

Asimismo, «las fuerzas policiales tendrán los recursos necesarios para desplegar agentes en la misma cantidad que hemos visto la semana pasada».

El discurso de May puede volver a enfrentar al Gobierno con las fuerzas del orden, contrarias a los recortes presupuestarios y molestas por la decisión del Ejecutivo de David Cameron de contratar a un policía estadounidense , excomisario de Los Ángeles y Nueva York, para asesorar en materia de bandas.

El viceprimer ministro británico, Nick Clegg , ha afirmado que los alborotadores deben reunirse con sus víctimas y ayudar en las tareas de limpieza de los destrozos.

«Aquellos que se han comportado de manera despreciable durante la semana pasada deben mirar a los ojos de sus víctimas», ha afirmado Clegg. «Deberían ver por sí mismos las consecuencias de sus acciones y deberían trabajar en las labores de limpieza del daño y el destrozo que han causado para que no lo hagan de nuevo», ha agregado.

Por su parte, el primer ministro británico, David Cameron, ha denegado que las revueltas tuvieran algo que ver con sus medidas de austeridad. Cameron pretende reparar una «sociedad quebrada» con propuestas como fortalecer la familia, premiando fiscalmente el matrimonio.

El primer ministro se preguntó hoy dónde estaban los padres de los niños y adolescentes responsables de los disturbios y por qué no fueron con sus hijos a los tribunales. «Quizá, ni siquiera ellos estaban en casa, no les importaba o simplemente han perdido el control» apuntó.