Los ingeniosos planes para que Assange escapara de la Embajada de Ecuador

Uno de estos planes consistía en ayudar a Assange a llegar a un helipuerto cercano saltando de tejado en tejado . Otra idea incluía disfrazarlo para que saliera sin ser reconocido del edificio en el londinense barrio de Knightsbridge, al oeste de la capital, para luego perderse en la multitud que abarrota la zona, muy cerca de los concurridos grandes almacenes Harrods .

«Assange podría salir travestido , en un bonito vestido o disfrazado de forma discreta», se puede leer en uno de los documentos.

Asimismo, el personal de la embajada pensó en meter al sueco más buscado en una bolsa diplomática , inmune a controles, pero este posible plan de escape ya era conocido por los agentes británicos.

Ninguno de estos planes prosperó, ya que agentes de Scotland Yard rodean la embajada y vigilan constantemente que nadie salga sin pasar por ellos. Ni siquiera en la oscuridad de la noche podría Assange haber llegado sin ser visto al helipuerto , pues la Policía británica tiene instalados detectores de calor en los alrededores de la misión diplomática ecuatoriana.

Los documentos han sido filtrados por el periodista ecuatoriano Fernando Villavicencio en «Buzzfeed» y en ellos se incluyen una lista detallada de los incidentes con «el invitado» que provocaron tal lluvia de planes descabellados para hacerlo salir.

En septiembre de 2012 Assange fue descubierto en la sala de control y seguridad, una zona fuera de los límites por los que el fugitivo puede moverse libremente dentro de la embajada, tras lo cual le metió un puñetazo a una pantalla y agarró a un guardia de seguridad por la camisa.

Al año siguiente, en enero de 2013, el personal de seguridad acudió a las habitaciones del célebre informático, alarmados por un fuerte ruido. Al llegar, se encontraron con una estantería volcada y caída en el suelo . Assange aseguró que se había caído sola, tras lo cual cogió su portátil y se metió en el baño.

Julian Assange solicitó asilo en la embajada de Ecuador en Londres en junio de 2012, lo que evitó que fuera extraditado a Suecia, donde se le acusa de dos violaciones , y de allí a Estados Unidos , donde se le juzgaría por la mayor filtración de documentos secretos de la Historia.

No ha salido del edificio desde entonces, pues un dispositivo de seguridad, con un coste estimado de 11 millones de libras , se asegurará de que el fundador de Wikileaks sea detenido si pone un pie en la calle.