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El caso de los correos bloquea la campaña de Hillary Clinton

Ha perdido en tres meses un tercio del apoyo, en pleno auge de su rival, Bernard Sanders

El caso de los correos bloquea la campaña de Hillary Clinton AFP

MANUEL ERICE

El camino de Hillary Clinton hacia la nominación como candidata a la presidencia de Estados Unidos, indiscutible para los demócratas hace pocos meses, ha ido acumulando escépticos en un lento pero inexorable desgaste. Aún es la favorita, lidera la mayoría casi todas las encuestas, pero su ventaja mengua a medida que el escándalo de los e-mails cala como lluvia fina. Cuestionada internamente por su falta de reflejos para salir al paso de la investigación oficial, la sombra cada vez más alargada del crítico Bernard Sanders y el amago del vicepresidente Biden de hacerle competencia añaden incertidumbre a su carrera.

Clinton se mueve ahora con la pesada mochila de no haber convencido a dos tercios de los estadounidenses de que el uso de un servidor privado durante los cuatro años que ocupó el cargo no puso en riesgo la seguridad del Estado . Aunque todavía son muchos los que opinan que la investigación abierta por el FBI sobre los más de 300 e-mails considerados comprometedores , de los más de 30.000 investigados, podría quedar finalmente en nada, en política a veces las dudas salen más caras que las certezas. En su partido le llueven las acusaciones por demorarse en entregar todo el contenido de su servidor y dar explicaciones. Una opaca forma de actuar ya bautizada en su día por los medios norteamericanos como el «búnquer de Hillary».

El mejor resumen de la inquietud que atenaza a los demócratas lo realiza es autoría del exgobernador de Pennsylvania, Edward G. Rendell : «Lo han gestionado (Clinton y a su equipo) pobremente, desastrosamente, horriblemente, hasta el punto de que un asunto menor ha torcido toda la campaña . Ahora no saben cómo acaba con ello».

Para frenar el desgaste, la aspirante demócrata interrumpió sus vacaciones y asumió abiertamente responsabilidades sin acudir a excusas ajenas. En pocos días, del «cosas de la lucha política» con que despachaba el asunto cargando contra los republicanos, ha pasado a «asumo la responsabilidad porque debería de haber usado dos servidores, uno privado y el otro para mi trabajo».

Los últimos sondeos ofrecen más incógnitas. Aunque nadie piensa que el radical Sanders tenga opciones de desbancar en una larga carrera a la candidata del establishment, el autodenominado socialista no para de crecer a su costa: en Iowa, primer estado en liza, la ventaja ha pasado de 25 puntos a 7 en tres meses , después de llevarse por delante un tercio de sus apoyos; pero en New Hampshire, que el siguiente punto en el camino, Sanders ya está en cabeza.

El verdadero temor demócrata apunta a que una nominada Hillary Clinton llegue debilitada en exceso a la batalla final contra el candidato republicano. ¿Se habrá diluido entonces el escándalo de los corros? Los últimos sondeos, de la CNN, Fox e IBD/TIPP, no trae buenas noticias: seis de cada diez no creen a Clinton.

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