Hollande anuncia en la fiesta nacional iniciativas europeas siempre rechazadas por Alemania

Haciendo un balance provisional de la crisis de Grecia y la zona euro, evitada provisionalmente la Grexit, Hollande anuncia próximas «proposiciones» de Francia a Alemania «para ir más adelante, hacia una integración más fuerte de la zona euro ».

Se trata de una iniciativa política francesa, destinada a «relanzar» y «dar coherencia» a las relaciones entre Francia y Alemania, en Europa.

Para conseguir tal «coherencia», el presidente francés retoma viejos proyectos nacionales que ya presentaron Jacques Chirac, Lionel Jospin y Nicolas Sarkozy.

Como sus antecesores en la presidencia de la República, Hollande desea «reforzar» el « gobierno político de la zona euro ». El mismo gobierno político de la zona euro ya fue propuesto por Jacques Chirac (presidente) y Lionel Jospin (primer ministro) al canciller Gerhard Schroeder, el excanciller alemán. En vano. Schroeder consideraba prioritario intentar reforzar la convergencia económica.

Nicolas Sarkozy sugirió a Angela Merkel el mismo proyecto de «gobierno» de la zona euro. La impetuosidad verbal de Sarkozy provocó varios «topetazos», cuando la canciller alemana y el actual presidente de la Comisión europea invitaron a presidente francés a ser más riguroso en el cumplimiento de los proyectos de convergencia económica europea, que Francia no ha cumplido nunca, ni antes ni después de la aprobación solemne del Pacto Fiscal europeo (Tratado de Estabilidad, Coordinación y Gobernanza en la Unión Económica y Monetaria), el 2012.

Hollande anuncia el «relanzamiento» de iniciativas francesas que Alemania lleva más de veinte años rechazando. El presidente francés presentará «nuevas iniciativas», respescando como propias viejas proposiciones que Alemania lleva muchos años rechazando: la creación de un presupuesto común de la zona euro, crear un parlamento de la zona euro...

Las «nuevas» iniciativas francesas, que el presidente Hollande presentará «próximamente» al gobierno de Angela Merkel, están en las antípodas de la «filosofía» del proyecto europeo impuesto a Grecia por unanimidad en la última cumbre de la zona euro.

Evitada provisionalmente la Grexit, el presidente Hollande confirma de manera significativa que Francia y Alemania siguen defendiendo proyectos «paralelos» para la zona euro. París sigue defendiendo, hoy como ayer, un «gobierno político» de la moneda europea. Berlín siempre ha defendido el cumplimiento estricto del Pacto fiscal europeo, antes de «ir más adelante». Francia está muy lejos de cumplir rigurosamente un Pacto que Alemania no desea «gobernar» políticamente.