Tras unos primeros momentos de tranquilidad absoluta, el caos se desata en pocos segundos sobre la acampada de los alpinistas, que en pocos segundos se vieron sepultados.
Nada mas percatarse de la avalancha Kobusch se arroja tras una tienda de campaña y pide a un compañero que se agarre a su abrigo para tratar de evitar que ambos sean arrastrados.
Tras terminar la avalancha, que dura cerca de un minuto, el alpinista vuelve a levantarse para descubrir un paisaje totalmente asolado, muy diferente al que se podía apreciar en las imágenes anteriores al desplome de nieve.
Al menos 800 personas se encontraba estos días en el campo base esperando una ventana de buen tiempo cuando la avalancha, procedente del Pumori, montaña de 7.191 metros al que los alpinistas llaman «La hija del Everest», arrasó el campamento. Según los últimos datos oficiales al menos 22 alpinistas han muerto y otros 200 han desaparecido.
Vídeo: Una avalancha sepulta el campamento base del Everest tras el terremoto en Nepal
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