El candidato socialdemócrata agradece los votos de Sao Paulo y dice que Brasil busca el cambio

Neves agradeció la victoria junto al recién elegido senador de Sao Paulo José Serra y el reelegido gobernador del estado, Geraldo Alckmin. Serra y Alckmin fueron los candidatos a la presidencia derrotados entre 2002 y 2010 por Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff.

Fue un mensaje simbólico al PT en el nido de los «tucanos», como son conocidos los socialdemócratas. Neves recibió 34,8 millones de votos el domingo, 10,1 millones en Sao Paulo, frente a los 5,9 millones de Rousseff.

«Mi candidatura no es de denuncias, es la posibilidad concreta de cambiar Brasil. Los votos de la oposición muestran ese deseo», señaló Neves, que pasó a la segunda vuelta con un 34% de los votos . Rousseff registró un 40% y Marina Silva, del Partido Socialista Brasileño (PSDB), un 22%.

Neves y el PSDB perdieron, sin embargo, en Minas Gerais, su tierra natal, donde es senador y fue dos veces gobernador. Dejó el cargo con una alta aprobación. El PT y Rousseff, que también es minera, vencieron en ese estado.

El candidato -que sorprendió con un viraje a las 24 horas de la primera vuelta- criticó las primeras palabras de Rousseff, cuando dijo tras su victoria que «los brasileños no quieren volver a los fantasmas del pasado». «Brasil está espantado con los monstruos del presente: la inflación alta, la recesión y la corrupción», respondió Neves, ante un grupo de periodistasque se apretujaban en una sala minúscula y sin seguridad; una muestra más de que no estaban preparados para el salto repentino del candidato, casi desahuciado hace una semana.

Neves informó de que Marina Silva le había llamado por la mañana para felicitarlo, pero comentó que aún no conversaron sobre la posibilidad de una alianza. «Vamos darle tiempo al tiempo, no está en mis manos avanzar», señaló. El candidato a la presidencia de Brasil agregó que tiene más puntos convergentes que divergentes con la exaspirante socialista.