«Ha llegado la hora de alzarse por la democracia en Hong Kong»
Decenas de miles de manifestantes siguen tomando las calles de la antigua colonia británica para protestar contra la intromisión del régimen chino en las elecciones de 2017
Tras las multitudinarias protestas del fin de semana , decenas de miles de personas siguen tomando este lunes las calles del centro de Hong Kong para reclamar plena democracia al Gobierno chino, del que depende esta antigua colonia británica. La multitud, formada en su mayoría por estudiantes universitarios ataviados con camisetas negras y lazos amarillos, se concentra ante la sede del Gobierno regional cortando una de las autopistas de acceso al distrito financiero.
Entonando proclamas políticas y canciones como «Bajo un vasto cielo», del grupo Beyond, la movilización ha adquirido un tono festivo después de los duros enfrentamientos de ayer con la Policía, que se empleó a fondo disparando gases lacrimógenos y lanzando espray de pimienta sobre los manifestantes. Su actuación, duramente criticada en esta apacible y desarrollada ciudad, encendió los ánimos de miles de personas, que habían permanecido al margen de las protestas y en ese momento decidieron unirse. Una vez retirados los antidisturbios, que habían establecido un cordón para mantener a raya a los manifestantes, miles de personas acuden desde por la mañana trayéndoles agua y comida para ayudarles a resistir.
«Ha llegado la hora de alzarse por la democracia en Hong Kong», explica a ABC Jennifer Luk, una estudiante de Informática de 19 años en la Universidad Baptista. Airada por la represión policial, ha acudido junto a varios compañeros a la concentración frente al Gobierno cargando 50 botellas de agua y toallitas húmedas para los manifestantes, castigados por el calor sofocante habitual en esta ciudad. A su juicio, «el Gobierno de Hong Kong no está haciendo lo correcto para proteger a la sociedad porque las elecciones previstas para 2017 deben ser libres y justas, pero China quiere controlarlas». Jennifer Luk critica así los planes de Pekín para imponer a una serie de candidatos afines en dichos comicios , que serán los primeros en celebrarse en la isla mediante sufragio universal.
«Las protestas de los estudiantes han sido pacíficas y la Policía se ha excedido en su respuesta», denuncia otra estudiante de 19 años, Cherry Au, que hasta ahora había permanecido al margen de las manifestaciones. Pero decidió sumarse a ellas ayer por la tarde, tras salir de trabajar en un restaurante, y pasó la noche acampada ante el Gobierno regional. «Mis padres no saben que estoy aquí. Ayer les dije que no podía volver a casa por las protestas y que me quedaba a dormir en un McDonald´s porque piensan que venir aquí puede ser peligroso», confiesa esta adolescente, que se prepara para ser monitora en una guardería. Mientras sus mayores prefieren no meterse en política porque ya tienen bastante con sus problemas cotidianos, los jóvenes han tomado las calles en una mezcla de movilización reivindicativa y aventura festiva.
Pero eso no significa que entre los manifestantes no haya personas más mayores. Una de ellas, Josephine Ho, asesora en Educación de 53 años y antigua empleada del Gobierno, se dedica a distribuir los víveres que los simpatizantes de las protestas están trayendo. «He venido para apoyar al movimiento pro-democrático porque no estamos contentos con la intromisión del Gobierno chino: queremos sufragio universal y elegir al jefe ejecutivo de Hong Kong sin restricción de candidatos por parte de Pekín», proclama la mujer, que asegura que «nadie podrá detenernos, ni siquiera el Ejército».
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