Francia pierde a tres yihadistas que, sorprendidos, se vuelven a entregar la Policía

Los tres sospechosos, todos ellos con vínculos con el yihadismo , habían sido considerados por los servicios de inteligencia franceses como una amenaza a la seguridad del país .

En París, los agentes de seguridad esperaron en vano la llegada de los tres supuestos yihadistas. Al parecer, cuando todavía estaban en Turquía, el piloto del avión donde supuestamente iban a ser trasladados se negó a ello, arguyendo que carecían de los documentos -expedidos por el Gobierno turco- necesarios.

Ante esta situación, la Policía turca que custodiaba a los sospechosos decidió enviarlos a Francia, pero en un avión con destino Marsella, a más de 600 kilómetros de la capital donde debían aterrizar los prisioneros. El problema vino cuando la policía turca «olvidó» informar a sus colegas franceses, que continuaron esperando en París mientras los sorprendidos yihadistas aterrizaban en Marsella.

Los tres sospechosos cruzaron sin problema la aduana de la ciudad sureña, y se vieron libres dentro del país que los había considerado como una «amenaza para la seguridad». Pero, los supuestos yihadistas no aprovecharon la oportunidad para huir, sino que se entregaron en una comisaría a 230 kilómetros de Marsella.

Según informó el abogado de los sospechosos, «los tres hombres se entregaron a la Policía porque querían ser escuchados».