Tercera huelga general contra Cristina Kirchner

Como aperitivo de la movilización, ayer distintas agrupaciones marcharon por el centro de Buenos Aires provocando un caos de tráfico. Una vez más el motivo de las movilizaciones es, entre otros motivos, la pérdida del poder adquisitivo de los argentinos. Con una inflación que en el último mes ronda el 40 por ciento , a los trabajadores se les escurre el sueldo entre los dedos antes de poder meterse la mano en el bolsillo. Argentina, además, atraviesa una etapa de recesión y en lo que va de año se han perdido miles de puestos de trabajo. Un dato ilustra el escenario, entre diciembre y marzo, más de trescientas mil cuentas corrientes de sueldo se han cerrado.

A Cristina Fernández de Kirchner le queda poco más de un año de Gobierno. En octubre del 2015 se despedirá de la Casa Rosada tras ocuparla más de doce años, primero como consorte activa de Néstor Kirchner y después como jefa del Estado. El último tramo de su gestión se enmarca en una compleja situación económica, financiera y de tensión social. Tras una abrupta devaluación, en enero, el dólar oficial subió los últimos días a 8,42 pesos y el «blue» del mercado paralelo batió récords esta semana hasta alcanzar 14,45. Esto en un contexto de «default selectivo» o suspensión de pagos.

Como en los paros de los pasados meses de abril y de noviembre, en el control del transporte estará la clave del éxito. No todos los sectores se han sumado en pleno pero la mayoría estarán afectados. El transporte ferroviario se sumó mientras que el metro, en teoría, funcionará «a medio gas» y los autobuses se mantienen al margen de la protesta aunque los conductores, a última hora, anunciaron su adhesión. Los aeropuertos, a su vez, permanecerán cerrados hoy tanto para vuelos nacionales como internacionales.