EE.UU. revive el fantasma de la tensión racial con nuevos disturbios en Misuri

Por cuarta noche consecutiva, cientos de manifestantes se lanzaron a la calle el miércoles y se enfrentaron a las fuerzas del orden. La Policía utilizó gases lacrimógenos y bombas de humo para dispersar a los congregados, mientras que estos lanzaron piedras y cócteles molotov contra los agentes. Desde el fin de semana se han detenido a cuarenta personas y se han reportado numerosos daños en tiendas, sujetas a saqueos.

Junto a esas marchas violentas, cada jornada se están produciendo durante el día masivas manifestaciones pacíficas, que reclaman una investigación trasparente. El hecho de que en una localidad de 21.000 habitantes, con casi el 70 por ciento de población negra, solo tres de los 53 policías sean negros alienta entre muchos ciudadanos las sospechas de comportamientos racistas por parte de las autoridades.

Precisamente para evitar la desconfianza, la investigación no la están llevando agentes locales, sino el Buró Federal de Investigación (FBI). No obstante, el hecho de que no se haya hecho público el nombre del policía autor de los disparos contra Brown ha soliviantado a los residentes de Ferguson, así como el hecho de que no se le haya arrestado y se encuentre solamente de baja con permiso administrativo. La identidad no ha sido revelada por temor a que tanto él como su familia y sus propiedades sufran represalias, dadas las explícitas amenazas vertidas en las redes sociales.

Aunque el grupo activista Anonymous había divulgado hoy la supuesta identidad del agente después de que ayer advirtiera de que lo haría si el Departamento de Policía no proporcionaba esa información, las autoridades de Ferguson han afirmado que el nombre del agente involucrado en el caso no se corresponde con el divulgado por el movimiento de piratas informáticos.

El cuerpo policial de Ferguson ha indicado que el agente tuvo que ser atendido en el hospital por tener mascullado un lado de la cara a resultadas de la pelea que mantuvo con Brown. Aunque eso viene a sugerir que el policía pudo actuar en defensa propia, uno de los testigos, Dorian Johnson, un amigo que acompañaba a Brown, asegura que este había levantado las manos cuando recibió una salva de disparos.

Otro testigo, Tiffany Mitchell, indicó a la CNN que el policía y Brown estuvieron forcejeando físicamente a través de la ventana del coche patrulla. Entonces hubo un disparo desde dentro y Brown salió corriendo. Perseguido por el policía abriendo fuego, Brown se habría parado con las manos en alto, a pesar de lo cual el agente habría seguido disparando.