Israel retira sus tropas de Gaza aunque mantiene una pequeña fuerza cerca de la frontera

El portavoz del ejército israelí, Peter Lerner, señalaba hoy que sus fuerzas «serían replegadas y mantenidas en posiciones defensivas fuera de la Franja de Gaza», reflejando la disposición de Israel a reanudar los combates en caso de ser atacados.

Si bien por ahora se mantiene una inédita calma, minutos antes del inicio de la tregua Hamás efectuó su propia «salva de despedida», en palabras de la prensa israelí, lanzando una serie de, al menos diez cohetes, contra el sur y el centro de Israel sin que se hayan producido víctimas.

Ahora se abre un período de intensas negociaciones con el fin de terminar con un cruento conflicto que ha dejado 1.834 palestinos muertos, la mayoría civiles, mientras que Israel confirma la muerte de 64 soldados y 3 civiles desde el comienzo de las hostilidades el pasado 8 de julio.

La retirada de las tropas israelíes de la Franja era una de las condiciones exigidas por Hamás para aceptar una tregua que ya ha sido alabada por Estados Unidos, urgiendo a las partes implicadas «a respetarla completamente», tras varios intentos fallidos de restaurar la paz.

El ministro israelí de Asuntos Estratégicos, Yuval Steinitz, indicaba esta mañana en la radio que por el momento no se había logrado ningún acuerdo, enfatizando que «tal y como hemos dicho, la calma será respondida con calma». El presidente de la Autoridad palestina, Mahmud Abbas, ha celebrado igualmente el cese de los enfrentamientos, solicitando que la tregua se mantenga de forma prolongada.

Los esfuerzos para asegurar la continuidad de un alto el fuego duradero se contemplan ahora difíciles con ambos bandos atrincherados en unos posturas muy enfrentadas y rechazando la legitimidad del oponente. Además de la tregua, los palestinos reclaman el fin del bloqueo israelí sobre la empobrecida Gaza y la liberación de prisioneros, incluyendo a aquellos arrestados por Israel en junio tras el asesinato de tres estudiantes judíos. En el pasado Israel se ha negado a cumplir con tales exigencias.

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, desea, por su parte, desarmar a los islamistas de Hamás y desmilitarizar una Franja desde la que se han disparado más de 3.300 cohetes y bombas de mortero en el mes de julio. Hamás rechaza por completo la medida.

Además de las pérdidas humanas, la guerra ha supuesto para los dos lados un gran varapalo económico. Si Gaza se enfrenta a unos gastos de unos 6.000 millones de dólares, de acuerdo con los expertos, para reconstruir su devastada infraestructura, Israel ha visto como se evaporaban millones de dólares en turismo al tiempo que teme ya cortes en el crecimiento económico de este año.