La hambruna amenaza a Sudán del Sur
Organizaciones humanitarias denuncian que hasta 50.000 niños podrían morir hasta final de año si no reciben ayuda
EDUARDO S. MOLANO
A Sudán del Sur, el país más joven del mundo, la fiesta de aniversario se le comenzó a aguar hace ya tiempo. El pasado 15 de mayo, el Ministerio de Salud de Sudán del Sur declaraba un brote de cólera en la capital del país, ... Juba. Sin embargo, al contrario de la crisis abierta en el oeste de África con el ébola, la noticia apenas generó titulares. Sus muertos eran menos espectaculares.
Ese mismo mes, Naciones Unidas reconocía que 4,9 millones de personas requerían asistencia alimentaria. El pasado 15 de diciembre, fecha del comienzo del más reciente conflicto, era solo un millón, según Toby Lanzer, coordinador humanitario de la ONU en el país africano. Y según las estimaciones más realistas, a finales de 2014, cerca de 7,3 millones, la mitad de la población del país africano, necesitará ayuda urgente para garantizar su supervivencia.
Perdido entre estas cifras, Sudán del Sur cumple este miércoles su tercer aniversario de independencia. Aunque los dos párrafos anteriores muestren que poco o nada tiene que celebrar el país africano . Su miseria, eso sí, tiene también su origen en la política.
Desde finales del pasado año, una crisis abierta entre simpatizantes del exvicepresidente de Sudán del Sur Riek Machar (depuesto de su cargo en julio) y el presidente del país africano, Salva Kiir, amenaza con reabrir las heridas tribales en la nación más joven del mundo.
El enfrentamiento se remonta a las acusaciones de Kiir (dinka) sobre su histórico rival político Machar (nuer) de planear la toma del poder por la fuerza, lo que degeneró en un conflicto inter-étnico en ciertas regiones del país. Más de 500.000 personas han sido desplazadas de sus hogares desde entonces.
Sin perspectiva de mejora
Y ahora, el proceso político camina de forma paralela a la crisis humana.
«La situación (humanitaria) se ha complicado especialmente desde diciembre», asegura a ABC la española Carla Fibla, de Acción Contra el Hambre (ACH) . En este sentido, la organización advierte de que el país africano necesitará ayuda internacional hasta, al menos, septiembre de 2015.
¿El último enemigo? El cólera, cuyo último brote iniciado a mediados de mayo en la capital del país, Juba, se ha cobrado la vida de más de 60 personas desde entonces, con cerca de 2.400 casos registrados. De igual modo, las condiciones actuales de los campos de refugiados y su colapso durante la época de lluvias podrían provocar la extensión de la enfermedad.
« Hasta 50.000 niños podrían morir hasta final de año si no reciben ayuda », recuerdan las organizaciones en el terreno (en el centro de Estabilización de Bentiu, en el norte, fallecen una media de seis niños al día).
En este sentido, además de la falta de alimentos, preocupa especialmente el acceso al agua potable y la falta de saneamiento, principales vectores de enfermedades contagiosas.
Mientras, ajeno a estas diatribas, la clase política de Sudán del Sur (re)sopla este miércoles las velas de su tercer aniversario. El país más joven del mundo que aspira ahora a no quedarse sin niños.
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