crisis en el ulster
Tras 33 entrevistas policiales, la fiscalía decidirá ahora si imputa a Gerry Adams
Viejas fotos del presidente del Sinn Féin en funerales de miembros del IRA y confesiones de exterroristas, entre las pruebas que deberá valorar la fiscalía norirlandesa
borja bergareche
«No hay vuelta atrás, esto no es 1981, ni 1972, no hay posibilidad de volver atrás, el IRA ya no está, el IRA se ha ido». Así de tajante se mostró el presidente del Sinn Féin, Gerry Adams, en una rueda de prensa ofrecida ... apenas dos horas después de ser puesto en libertad este domingo por la tarde tras cuatro días de interrogatorios policiales. El líder republicano apaciguaba así, por ahora, las amenazas de suspender el apoyo a la policía autonómica lanzadas por su partido, y conjura el fantasma de una crisis inmediata en el proceso de paz norirlandés.
Además del caso McConville, la fiscalía considerará la pertenencia a banda armadaPero, tras su puesta en libertad sin cargos por el Servicio de Policía de Irlanda del Norte, será la fiscalía quien tome ahora la decisión final sobre si presentar cargos en su contra en relación a uno de los tabús más incómodos del lento proceso de reconciliación en el Ulster: ¿fue Gerry Adams un dirigente del IRA en los 70? En el momento de su arresto el miércoles pasado, Adams comprendió que era algo «muy, muy serio» –como afirmó Martin McGuinness, dirigente del Sinn Féin– cuando le comunicaron que la detención se realizaba al amparo de la ley antiterrorista de 2000, que permite interrogar a un sospechoso hasta un máximo de 28 días.
Adams se presentó voluntariamente en la comisaría de Antrim para ser interrogado por el secuestro y asesinato en 1972 de Jean McConville, una mujer protestante de 37 convertida al catolicismo acusada falsamente de «chivata» por el IRA. Pero, según ha explicado el propio Adams, las 33 entrevistas que mantuvo con los agentes en estos cuatro días de arresto se centraron, sobre todo, en las sospechas de su pertenencia al IRA en los 70. El presidente del Sinn Féin ha sido sometido hasta a 17 horas de interrogatorio diario , según ha trascendido.
«Ese hombre es el presidente del Sinn Féin»
De considerarlo razonable, la fiscalía podría proceder a presentar cargos contra Adams por pertenencia a banda armada. Entre los materiales inculpatorios que le habrían mostrado los agentes figuran las grabaciones obtenidas por un proyecto de archivo oral del conflicto del Boston College. En una de las entrevistas realizadas por un grupo de historiadores, Brendan Hughes, un veterano miembro convicto del IRA, apunta a Adams como el dirigente de la banda que habría ordenado el asesinato de Jean McConville.
«Solo hay un hombre que dio la orden de ejecutar a esa mujer, y ese hombre es el presidente del Sinn Féin», afirma en la entrevista, que ha escuchado estos días Adams en la comisaría, y que fue revelada en 2010 por uno de los responsables del Proyecto Belfast del Boston College. El histórico líder republicano rechaza cualquier vinculación con el caso, y nunca ha reconocido, de hecho, su pertenencia al IRA. Pero muchos sospechan que fue uno de los líderes militares del grupo terrorista en los 70.
El día de su detención, Adams pareció dar un paso más cuando dijo: «Se han hecho alegaciones maliciosas y muy publicitadas contra mí. Las rechazo. Si bien nunca me he disociado del IRA y nunca lo haré, soy inocente de jugar cualquier papel en el secuestro, asesinato y entierro de la señora McConville», añadía. Se trata, según coinciden los analistas, de su primer reconocimiento de haber estado «asociado» al IRA.
Los artículos de «Brownie»
Entre el material que la policía norirlandesa ha discutido con él estos días figuran también una serie de artículos escritos desde prisión en los 70 por «Brownie», un pseudónimo atribuido al propio Adams. Este reproduce varios de ellos en su propia autobiografía. La publicación de escritos bajo pseudónimo era una manera habitual de transmitir sus opiniones de la dirección republicana en los años duros del conflicto. Hace unas semanas, un semanario rescató uno de los artículos de «Brownie» no reconocido por Adams.
«Con razón o sin ella, soy un voluntario del IRA, y con razón o sin ella he decidido pasar a la acción porque estoy convencio de que así avanzaremos hacia una situación más próspera para la gente de mi país», asegura el artículo. El conflicto norirlandés dejó 3.500 muertos y, cuatro décadas después de sus años más duros, sigue haciendo supurar las cicatrices de la convivencia en Irlanda del Norte. Clarividente o no, la policía habría utilizado también este artículo como prueba de una posible pertenencia al grupo terrorista de Adams.
«Brownie» informó en 1977 de su inminente salida de prisión, las mismas fechas en las que el propio Adams fue excarcelado. En 1972, había sido internado en la cárcel sin juicio, en aplicación de las medidas excepcionales de lucha contra el terrorismo de entonces. Adams era entonces, públicamente, uno de los máximos dirigentes del Sinn Féin, el brazo político del IRA. Fue liberado aquel mismo año para participar en conversaciones secretas con el gobierno británico en Londres, para ser detenido de nuevo. Tras intentar escapar de la cárcel, estuvo en prisión hasta 1976.
Adams acusa a la «vieja guardia»
Además, estos días los agentes le habrían mostrado al presidente del Sinn Féin viejas fotografías de él y McGuinness –que fue comandante del IRA en los 70 y ahora es viceprimer ministro del gobierno regional–, asistiendo a funerales de miembros de la banda. En un acto en honor a Adams este sábado, McGuinness denunció que «las alegaciones contenidas en libros y artículos de prensa que el Servicio de Policía de Irlanda del Norte está mostrando a Gerry como prueba de que estuvo en el IRA en los 70 han estado en circulación durante 40 años, pero solo los intentan usar ahora. ¿No es esto una actuación policial con motivación política?», se pregunta.
Ese contexto político al que se refiere es el de las elecciones europeas y locales convocadas para el próximo día 22. El Sinn Féin aspira a mpliar su presencia local en el Ulster, y algunas encuestas les asignan tres de los once eurodiputados en juego en la República de Irlanda, donde la formación nacionalista es la segunda fuerza de la oposición. Han pasado 35 años desde la última vez que Adams fue detenido. Fue en 1978, después de que doce personas incluidos varios niños, murieran quemados en un incendio sin aviso previo del IRA de un hotel a las afueras de Belfast.
Entonces, Adams era un miembro de la ejecutiva del Sinn Féin, que por aquel entonces no contaba aún con cargos electos. ayer, tras su liberación, denunció a una «vieja guardia contraria al cambio», que estaría compuesta por miembros de «la dirección de la policía norirlandesa, de elementos del unionismo, o los extremos de autoproclamados republicanos», dijo, en referencia a excompañeros de filas como Hughes. «No pueden ganar», dijo. «No podemos permitir que el lado oscuro del sisterma británico niegue el derecho a nadie en nuestra sociedad –católico, protestante o disidente– a la sociedad de derecho que establece el acuerdo de Viernes Santo», firmado en 1998.
La decisión de la fiscalía norirlandesa, que podría tardar todavía varios días, determinará si el oscuro pasado de Gerry Adams vuelve al presente para descarrilar un futuro en convivencia en Irlanda del Norte.
Tras 33 entrevistas policiales, la fiscalía decidirá ahora si imputa a Gerry Adams
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