La Ucrania prorrusa silencia a palos a la oposición

Cada día que pasa sirve para reforzar a unos separatistas cuya estrategia de ocupación de edificios y levantamiento de barricadas ha puesto en evidencia la incapacidad del Gobierno de Kiev, convertido en actor secundario. Las sanciones a Rusia y las condenas internacionales no influyen sobre el terreno y como muestra de fuerza los milicianos retienen desde el viernes a un grupo de observadores militares que intentaban desarrollar su labor en Slaviansk . Hay siete europeos y cinco ucranianos y los insurgentes les consideran «prisioneros de guerra».

A la inestabilidad provocada por el alzamiento se le suma el atentado contra el alcalde de Jarkov, Guennadi Kernes, que continua en «estado grave» tras recibir un disparo por la espalda. El dirigente del Partido de las Regiones, fue muy crítico con la plaza de la Independencia de Kiev durante la protesta que le costó el sillón presidencial al líder de su partido, Víctor Yanukovich , pero en las últimas semanas no había permitido que los paramilitares prorrusos impusieran su ley como lo hacen en las calles de la provincia vecina de Donetsk.

El director general de la Compañía Nacional ucrania de Televisión, Zurab Alasania, sugirió que Rusia podría estar detrás del intento de asesinato porque Moscú «determina y elimina los principales focos de resistencia», pero desde el lado prorruso acusan al grupo radical Sector Derecho de atentar contra el político que manda en la ciudad desde 2010. El presidente interino, Alexander Turchínov, exigió al Ministerio del Interior y al Servicio de Seguridad de Ucrania una «investigación urgente» del atentado.

En Jarkov, en plena frontera con Rusia, no se respira la tensión de Donetsk o Lugansk – otra de las provincias del este en la que los separatistas han proclamado la creación de la 'República Popular de Lugansk’ y planean votar la separación de Ucrania el 11 de mayo- pero el domingo hubo choques en las calles entre partidarios y detractores del Gobierno de Kiev.