Uribe irrumpe con fuerza en el Senado y socava la mayoría del presidente Santos

Uribe demostró, cuatro años después de dejar la jefatura de Estado, que sigue gozando de un carisma apabullante mezclado con sus recias posturas contra el proceso de paz que el Gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) mantienen en Cuba. El expresidente, cada vez que se ha enfrentado a un micrófono, no ha desaprovechado la oportunidad para cargar contra los diálogos, con una retórica que admite muy poco margen a las posiciones contrarias y en la que se acusa a las conversaciones de ser un «show» a favor de la impunidad. Uribe, reticente desde sus años de Gobierno a la idea de reconocer un conflicto interno, suele recalcar que el Estado no debería negociar con terroristas.

El apoyo popular del expresidente tuvo su más grande muestra en los 20 escaños obtenidos en el Senado con el recién fundado movimiento Centro Democrático. Solamente fue superado por el Partido de la U, del presidente Juan Manuel Santos, que obtuvo 21. Como aseguró el gerente de la encuestadora Invamer Gallup, Jorge Londoño, al analizar los resultados: “Santos ganó perdiendo y Uribe perdió ganando”.

Los 20 senadores que tendrá el Centro Democrático le dan el peso necesario para convertirse en un lastre incómodo para el oficialismo. La coalición de Gobierno, formada además de ‘La U’ por el Partido Liberal (17 escaños obtenidos) y Cambio Radical (nueve escaños) suma 47 asientos en un total de 102. Aún cuando no exista fuerza política mayor, el Centro Democrático de Uribe tiene ahora fuerza suficiente para obstaculizar proyectos y buscar alianzas con los demás integrantes de la Cámara Alta.

En ese sentido, el Partido Conservador asume un rol preponderante para la próxima legislatura. Los sondeos le daban una votación que a lo sumo le permitiría llegar al número de 13 senadores, pero la realidad de las urnas deslegitimó las encuestas al otorgarles 18 escaños. Por esa razón ahora la facción está en el centro del escenario, pues una parte de sus congresistas se encuentra en la orilla oficialista y otra en la uribista. De hecho, su candidata a la presidencia para las elecciones del próximo 25 de mayo, Marta Lucía Ramírez, fue ministra de Defensa durante el gobierno de Álvaro Uribe y su simpatía por el exmandatario es bien conocida por la opinión pública.

El resto de la Cámara Alta se repartió entre la Alianza Verde, el Polo Democrático Alternativo y Opción Ciudadana, cada uno con cinco escaños.

Las legislativas entonces han destapado la baraja para las presidenciales de mayo, en las que el presidente Santos aspira a continuar en el cargo remando a contracorriente con apenas el 30% del apoyo popular actual según las encuestas. No obstante, las alianzas por él selladas hacen pensar que no todo está escrito y que en estas 10 semanas que restan antes de los comicios determinarán sus opciones reales. En cualquier caso, los resultados del domingo han puesto sobre la mesa el tema del futuro de los acuerdos de paz que surgirían de las negociaciones en La Habana: el nuevo Legislativo estará encargado de legalizarlos y ahora la voz de Uribe se oye más fuerte.

Santos tiene a su favor la Cámara de Representantes, donde su partido obtuvo 36 congresistas, sus aliados liberales 39 y Cambio Radical 16. El Partido Conservador llegó a 27, mientras Centro Democrático obtuvo 12. De obtener la reelección, el actual presidente tendría un buen margen de maniobra aunque un tanto lejos del confort con el que gobernó durante estos cuatro años, con un 80% del Congreso a favor.