Acuerdo entre las dos Coreas para que se reúnan familias separadas desde la guerra

Aunque Corea del Norte había asegurado que los encuentros familiares no se podían celebrar «en medio del fuego armado» – en clara alusión a tales ejercicios militares –, finalmente ha accedido. «Se trata de un punto de partida muy importante para mejorar las relaciones entre el Norte y el Sur», se ha congratulado un representante de Pyongyang, Pak Yong-il, en una reunión con funcionarios surcoreanos del Ministerio de Unificación que ha tenido lugar en las dependencias de la Cruz Roja en el puesto fronterizo de Panmunjom .

En caso de llevarse finalmente a cabo, este encuentro de familias separadas será el primero entre las dos Coreas desde hace más de tres años. El pasado mes de septiembre, dos centenares de coreanos, una mitad del Norte y la otra mitad del Sur, tenían previsto reunirse con sus familiares del otro lado. Pero, cuando ya estaba todo preparado, el régimen dirigido por el joven Kim Jong-un lo suspendió a última hora y por sorpresa, poniendo como excusa la «política hostil» del Gobierno de Seúl y las últimas maniobras militares con Estados Unidos.

A ambos lados del Paralelo 38, y sin comunicaciones directas por carta, teléfono o correo electrónico, diez millones de familias llevan separadas desde el final de la guerra de Corea (1950-53) . De ellos, sólo 20.000 coreanos de ambos lados han podido reunirse con sus parientes en los 18 encuentros celebrados desde el año 2000, el último de los cuales tuvo lugar en 2010, poco antes del bombardeo de la isla surcoreana de Yeonpyeong. En lista de espera hay otros 72.000, la mayoría ancianos surcoreanos a los que les quedan pocos años de vida para reencontrarse con sus seres queridos.