Las tribulaciones de François Hollande
Las cuitas del presidente siguen alimentando un incendio con incontables ramificaciones personales, políticas, íntimas y estatales
juan pedro quiñonero
Las tribulaciones amorosas del presidente François Hollande siguen alimentando un incendio con incontables ramificaciones personales, políticas, íntimas y estatales. El semanario «VSP» cree poder anunciar a toda página la separación del jefe del Estado y su compañera oficial de los últimos ... años, Valérie Trierweiler, que sigue hospitalizada, siguiendo una «cura de sueño» que todavía pudiera durar «varios días». «VSP» no publica «pruebas irrefutables», refugiándose en su visión de la crisis, presentada: «Trierweiler lo ha perdido todo».
El semanario satírico « Le Canard Enchaîné », tradicionalmente bien informado, raramente desmentido, afirma que Manuel Valls, ministro del Interior, habría comentado la crisis con cierta crueldad, afirmando: «Hollande se ha comportado como un adolescente». Ni el Elíseo ni el ministerio del Interior han deseado comentar la frase , criticada por varios ministros, que dicen «no poder creer que Valls hubiese hecho ese comentario, en ninguna circunstancia».
Mientras Julie Gayet proyecta querellarse contra el semanario « Closer », considerándose víctima de un atentado contra su intimidad, Bernard Cazeneuve, ministro del Presupuesto, habría cometido una pifia considerable tratando de «compañera» a la actriz , «confirmando» una relación que los interesados no han deseado negar ni confirmar.
« Le Parisien », uno de los medios mejor informados sobre el escándalo, aporta nuevos matices sobre el estallido de la crisis . Según el diario popular, Valérie Trierweiler «no deseaba creer» en los rumores que no cesaban de crecer, desde hace meses. Horas antes que Closer publicase su ya célebre reportaje, habría sido el presidente Hollande, en persona, quien habría contado la historia a su compañera oficial. Tras escuchar al jefe del Estado contar su versión sobre su «relación» personal con Julie Gayet, Trierweiler habría sido víctima de un «violento ataque de nervios». Ante la gravedad de la crisis, fue necesario recurrir al médico de urgencias del Elíseo, que ordenó el traslado a un hospital de la primera dama, en funciones, «para seguir una cura de sueño, que puede durar varios días».
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