Choque de integrismos
El cruce de ataques terroristas en Beirut y la guerra sectaria en Irak agudizan la guerra interna entre chiíes y suníes
Choque de integrismos
No es fácil entender la hostilidad entre los grupos armados chiíes y suníes que sangran a diario Irak, Siria o el Líbano -el último atentado terrorista en un barrio chií de Beirut es un buen botón de muestra- sin recordar que las dos ... principales ramas del islam llevan enfrentándose de modo violento desde la muerte misma de Mahoma, en el 632, La violencia entre las organizaciones más radicales de suníes y chiíes está también presente en Pakistán, Yemen, Irán, Arabia Saudí y Bahréin, y se ha visto alimentada por dos factores clave: la victoria del integrismo chií en Irán , de la mano de Jomeini, y la leyenda surgida en torno a la red suní de Al Qaida , desde los ataques del 11-S.
La buena noticia es que, mientras el grupo libanés Hizbolá, el líder iraquí Al Maliki y el presidente sirio Al Assad, sigan plantando cara a Al Qaida -con legitimidades muy distintas-, los herederos de Bin Laden estarán más interesados en el frente árabe que en acariciar proyectos terroristas para Occidente. Lo inquietante es que una eventual victoria del radicalismo suní en Siria o en una región amplia de Irak como la provincia de Anbar dote, por primera vez, a Al Qaida de una sólida base geográfica que hasta ahora nunca ha llegado a tener.
Tanto chiíes como suníes luchan por defender una visión integrista del corán que, con los siglos, ha derivado en dogmas y usos distintos, Los dos aspiran, en su versión fundamentalista, a crear califatos intolerantes, en los que no hay cabida para los infieles pero tampoco para los «herejes» del islam. De ahí su incapacidad para crear un espacio de tolerancia. Una impotencia que ya no puede recurrir al estereotipo del «colonialismo occidental», porque Al Qaida e Hizbolá son criaturas exclusivamente árabes.
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