Un festival de situaciones absurdas roba el protagonismo a Mandela en su funeral
Del «selfie» de Obama y Cameron junto a la primera ministra danesa al «baile» del falso intérprete para sordos
e.p.h.
Los funerales en África no son tristes ni solemnes. La muerte es celebrada con bailes y alegría en contraposición a la cultura occidental del luto y la lágrima.
Por eso sorprende tanto que, en el responso de Nelson Mandela, el presidente de Estados Unidos Barack ... Obama estuviera pasando un buen rato con David Cameron y la primera ministra danesa en las gradas del estadio Soccer City.
Desde la prensa internacional (occidental en la mayoría de los casos) el gesto se ha interpretado como una falta de respeto.
Pocas horas después de que terminara el funeral comenzaron a llegar a las redacciones imágenes del famoso «selfie» (imagen tomada con el móvil) de Barack Obama y David Cameron junto a Thorning-Schmidt , la primera ministra danesa, que móvil en mano, puso a ambos en un aprieto. Los líderes de Estado bromearon y según la interpretación de muchos medios incluso coquetearon con Schmidt, con el consecuente enfado de la primera dama, Michelle Obama, que por su exceso de expresividad se convertía sin quererlo en la inesperada protagonista del responso.
Sin embargo, el corresponsal de «France Presse» quita hierro al asunto en un post . Asegura que la expresión seria de Michelle Obama fue capturada «por casualidad» y que de hecho la primera dama fue «partícipe de las bromas de los demás durante toda la escena, como una más».
Por otra parte, Roberto Shmidt aclara que en el contexto la actuación de los líderes fue la más normal. «Ya llevábamos dos horas de ceremonia y en Sudáfrica llovía. Lo único que hicieron los líderes políticos fue comportarse como seres humanos», considera.
La Casa Blanca no ha hecho declaraciones tras la controversia suscitada, en cambio, el primer ministro británico, David Cameron sí ha aclarado que « solo intentaba ser educado».
El falso intérprete
El redoble de tambores del circo de lo ridículo llegaba 24 horas después de cerrar el funeral de Estado de Mandela con una información de «The Guardian» donde se apuntaba a que el intérprete para sordos contratado para interpretar los discursos de los líderes de Estado durante el responso no tradujo sino que realizó un baile sin sentido. «Estaba gesticulando. No seguía ninguna regla gramatical ni la estructura del lenguaje. Se inventaba los signos conforme avanzaba», aseguró ayer Delphin Hlungwane, una intérprete de la lengua de signos de la DeafSA.
Para los profanos en la materia, multitud de vídeos en la red comparan la ejecución del intérprete sudáfricano con la de otros profesionales contratados por las televisiones internacionales. Ambas, están a años luz.
El Gobierno sudafricano ha prometido que investigará el «supuesto uso incorrecto del lenguaje de signos» durante el funeral celebrado el martes en Johannesburgo en memoria del expresidente Nelson Mandela, a raíz de las quejas.
Obama y Bush
Fuera del catálogo de escarnios pero también parte importante de la «cara B» del funeral de Nelson Mandela, los medios han destacado la visible buena relación de Barack Obama con el expresidente de Estados Unidos, George Bush (hijo).
Enemigos políticos naturales, Obama y Bush dieron muestras de camaradería en las imágenes tomadas a bordo del Air Force One e incluso de veneración, al estallar George Bush en sonoros aplausos y vitores al escuchar el discurso de su ex oponente político ante el estadio Soccer City.
Todo junto ha conseguido acaparar los focos, robando el protagonismo a los verdaderos protagonistas: Nelson Maldela y el pueblo sudafricano. En palabras del corresponsal de France Presse: «Parece que solo interesa lo trivial ».
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