El maestro indígena que cambió la ley de indultos en México

En estos tiempos en que se gobierna desde internet, el presidente Enrique Peña Nieto anunciaba a través de su cuenta en Twitter que «el día de mañana (por el jueves) publicaré en el Diario Oficial las Reformas al Código Penal Federal en materia de indulto aprobadas por el Congreso». Y, 140 caracteres después, que «este mismo jueves la reforma entrará en vigor e indultaré a Alberto Patishtán Gómez ».

Tras su redacción y visto bueno en el Senado, el pleno de la Cámara de Diputados había aprobado este martes por muy amplia mayoría las modificaciones legales que facultan al jefe del Ejecutivo a conceder el indulto por cualquier delito del orden federal o común del Distrito Federal «cuando existan indicios consistentes de violaciones graves a los derechos humanos de la persona sentenciada» y las autoridades determinen que la liberación de ésta «no representa un peligro para la tranquilidad y seguridad públicas».

Patishtán, natural del municipio chiapaneco de El Bosque, fue detenido en junio de 2000 como presunto responsable de una emboscada a policías estatales y locales en la que murieron siete agentes. Una semana después del suceso, cuando se dirigía a su trabajo como profesor bilingüe, cuatro hombres vestidos de civil lo capturaron sin portar orden de detención y lo trasladaban a Tuxtla Gutiérrez, la capital del Estado. El maestro fue sentenciado por el Juzgado Primero de Distrito en Chiapas a 60 años de prisión por lesiones y homicidio calificado, robo calificado, daños y por portar armas de fuego de uso exclusivo del Ejército.

Juicio irregular

Amnistía Internacional se hizo cargo del asunto y en una carta enviada a la Suprema Corte de Justicia de la Nación exponía diversas irregularidades en «la conducción del proceso y el juicio que afectaron la sentencia». La principal de todas, que fue desestimada la supuesta evidencia de que Patishtán se encontraba en otro lugar en el momento en que se produjo el asalto a los uniformados. El máximo tribunal resolvió, por tres votos contra dos, que no tenía competencia para reconocer la inocencia de Patishtán.

En una reciente entrevista para en CNN en Español, Patishtán aseguraba que «eso es lo que me mantiene tranquilo: Ante los ojos de Dios soy inocente y soy libre» . El maestro abandonaba la prisión hace un mes para ser tratado en un hospital de la capital mexicana de un tumor cerebral que le ha sido detectado.