Los cubanos esperan hechos concretos para acabar con la doble moneda
La dictadura castrista no fija fecha para desterrar un sistema que genera múltiples desigualdades
carmen muñoz
El régimen cubano ha dado un primer paso para acabar con la doble moneda en curso en la isla comunista desde hace casi dos décadas, origen de múltiples desigualdades. Sin concretar fechas, el Gobierno de Raúl Castro decidió «poner en vigor el cronograma ... de ejecución de las medidas que conducirán a la unificación monetaria y cambiaria», según anunciaba el diario oficial «Granma» este martes. Expertos consultados por ABC advierten de que esta unificación será «inviable» si no se crean las condiciones adecuadas , y piden plazos y pasos concretos.
Desde 1994, en pleno «periodo especial» tras la caída de la URSS, en Cuba circulan dos monedas: el peso cubano (CUP), con el que la mayoría de los ciudadanos perciben sus míseros salarios o pensiones y compran productos muy básicos; y el peso convertible (CUC), la «moneda fuerte», con la que pagan bienes importados (como la pasta de dientes), las tarifas de internet y otros servicios relacionados con el turismo. El valor de un CUC es algo superior a un dólar estadounidense y 24 veces mayor que el peso cubano.
Mesa-Lago: «Un paso correcto esperado desde hace mucho» Entre las primeras reacciones, el catedrático emérito de la Universidad de Pittsburgh Carmelo Mesa-Lago aseguró a ABC que se trata de «un paso correcto esperado desde hace mucho tiempo, pues la doble moneda crea una segmentación social nociva (la población cobra en CUP pero tiene que comprar en CUC la mayoría de los artículos), y también económica por la distorsión de los precios y la inefectividad para sustituir importaciones». Sin fechas ni pasos concretos, el economista cubano-americano subrayó que «el único que se anuncia como inmediato es que la gente podrá pagar en efectivo o con tarjeta en CUP artículos que se ofertan en CUC» sin tener que acudir antes a una casa de cambio.
Al mismo tiempo, la periodista independiente Miriam Leiva consideró que la unificación monetaria será «inútil» si el régimen de La Habana «no realiza antes reformas estructurales e instaura un sistema económico eficaz, productivo, con salarios suficientes para cubrir las necesidades básicas y con mayor control de la corrupción».
Dos clases
La dualidad monetaria divide a los cubanos entre los que tienen y los que no tienen acceso a los pesos convertibles . Se da la paradoja de que un trabajador del sector turístico o los llamados «cuentapropistas» (del incipiente sector privado) ganan más que un médico con un salario mensual máximo de unos 600 CUP (unos 22 euros).
La Habana pretende abrir este proceso con las empresas. Luego será el turno de las «personas naturales». Tras su llegada al poder en 2006 y emprender el camino para «actualizar el modelo económico socialista», Raúl Castro ha reconocido que la dualidad monetaria es uno de los «obstáculos más importantes para el progreso del país».
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