Ruanda espera la configuración de su nuevo Parlamento con un ojo en el Congo

Sin embargo, como asegura a ABC Frank Habineza, líder del opositor Partido Democrático Verde y actor de la anterior cita, la democracia en Ruanda se está abriendo paso lentamente.

«La situación no es tan mala como en 2010 (fecha de los últimos comicios presidenciales)», reconoce Habineza.

No en vano, solo un mes antes del inicio del proceso de 2010, el vicepresidente del opositor Partido Democrático Verde, André Kagwa Rwisereka, era decapitado en las cercanías de la ciudad de Butura. Un crimen cometido tan sólo dos semanas después del asesinato del periodista disidente Jean-Leonard Rugambage.

De igual forma, los líderes opositores Bernard Ntaganda y Victoire Ingabire fueron encarcelados bajo la acusación de apología del genocidio.

Curiosamente, aquellos comicios de 2010, en los que se impuso el presidente Paul Kagame con el 93% de los votos , discurrieron con total calma. Fue una demostración palpable del interés de la población local en cerrar las heridas del genocidio de 1994 y que permiten la asimilación de Kagame como el salvador de la patria, pese a que su etnia (tutsi) tan sólo representa el 14% de la población frente a la mayoritaria hutu (85%).

Caso similar al de las elecciones parlamentarias de esta semana, donde la explosión de dos granadas en un mercado de la capital del país, Kigali, que causó dos muertos el pasado viernes no tuvo su reflejo en la jornada electoral del lunes (el Gobierno acusa a los disidentes afincados al este de la República Democrática del Congo de provocar el atentado).

Recientemente, el propio Kagame reiteraba haber sacrificado un modelo de democracia occidental a cambio del fin de la violencia a través un régimen centrado en la figura presidencial.

Y el proceso no deja de ser curioso. De los 80 diputados que configuran el Parlamento, 53 fueron elegidos de forma directa el lunes, mientras que el resto quedan reservados para representar a la mujer, los jóvenes y los discapacitados; y serán asignados durante el martes y miércoles. Con ello, la Cámara de Ruanda es la única del mundo compuesta mayoritariamente por mujeres (56.3% hasta estas elecciones).

Los problemas, más que democráticos, parecen ser de diplomacia exterior.

El pasado octubre, un informe confidencial de Naciones Unidas acusaba al ministro de Defensa ruandés, James Kabarebe, de «comandar» a los rebeldes del M23 que se encuentran amotinados al este del Congo. De igual modo, el documento asegura que sus tropas proporcionaron apoyo armamentístico a los sublevados.

Mientras, ajena a estos crímenes, la democracia de Ruanda espera conocer a su nuevo Parlamento. Los resultados definitivos, previstos para el viernes. Para la resolución de la crisis con Congo, habrá que esperar un tiempo más.