Gobierno y oposición se acusan de permitir el espionaje de EE.UU. en Alemania
El escándalo destapado por Snowden se convierte en un arma electoral arrojadiza a poco más de un mes de los comicios
andreu jerez
La campaña electoral alemana enfila ya su recta final . Mientras, el escándalo del espionaje masivo llevado a cabo presuntamente por los servicios secretos de Estados Unidos en Alemania sigue en el candelero político del país, y se ha convertido definitivamente en un ... arma arrojadiza entre los candidatos de los partidos.
Una filtración del excolaborador de los servicios secretos estadounidenses Edward Snowden reveló hace semanas que la Agencia de Seguridad de EE.UU. (NSA) había almacenado ilegalmente en Alemania medio millón de comunicaciones al mes durante años.
Esa información encendió las alarmas de la ciudadanía germana y, por consiguiente, también de los políticos. Por ello, el ministro de la Cancillería, el cristianodemócrata Ronald Pofalla , compareció ayer ante la comisión de investigación del Parlamento federal alemán, el Bundestag.
«En Alemania no se ha producido un quebrantamiento masivo del orden constituticional como se ha venido afirmando falsamente una y otra vez», aseguró con contundencia Pofalla ante los miembros de la comisión de control. Pofalla afirmó además que el intercambio de información entre los servicios secretos alemanes y estadounidenses permitió evitar numerosos atentados contra las tropas germanas en Afganistán. El ministro de la Cancillería informó que Washington y Berlín están negociando un acuerdo que garantice que sus respectivos servicios secretos no incurran en el espionaje del otro país.
Ante las críticas recibidas por la oposición, que intenta erosionar la clara ventaja que los sondeos de intención de voto otorgan a Angela Merkel , el Gobierno alemán parece haber entendido que la mejor defensa es un buen ataque en el espinoso asunto del espionaje masivo. Ciñiéndose al guión trazado por Merkel a lo largo de la semana pasada, Pofalla recordó que el acuerdo de cooperación entre Berlín y Washington sobre el intercambio de datos fue cerrado en 2001 por el actual jefe parlamentario socialdemócrata, Frank-Walter Steinmeier , entonces ministro de la Cancillería.
Ante esas acusaciones, el partido socialdemócrata pidió la comparecencia de Steinmeier ante la comisión de control del Bundestag, petición rechazada por dos de los partidos de la coalición de Gobierno (los cristianodemócratas de la CDU y los liberales del FDP). « Es escandaloso . El simple hecho de que la petición haya sido rechazada desmuestra que al Gobierno de Merkel no le interesa aclarar las acusaciones», dijo ante los medios Steinmeier, visiblemente enojado.
Un clavo ardiendo
Pase lo que pase en lo que queda de campaña, está claro que el tema del espionaje estadounidense en suelo alemán se ha convertido en todo un clavo ardiendo para los partidos que estuvieron en el poder en Alemania desde 2001. Es decir, para prácticamente todo el arco parlamentario, a excepción del partido de La Izquierda (coalición de postcomunistas y socialdemócratas desencantados).
Prueba de ello es que el líder del partido liberal (FDP) y actual ministro de Economía, Philipp Rösler , pasara ayer de puntillas sobre el asunto en un encuentro con corresponsales de prensa extranjeros en Berlín. Algo extraño, pues los liberales alemanes han hecho históricamente bandera electoral con el derecho de la ciudadanía a proteger su esfera privada de las injerencias del Estado.
Gobierno y oposición se acusan de permitir el espionaje de EE.UU. en Alemania
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete