Estrepitoso varapalo para Cameron en unas elecciones locales

«En circunstancias excepcionalmente difíciles, el mensaje de esta victoria es que podemos ser un partido de gobierno y seguir ganando», se felicitó Clegg, líder de los «lib-dem», aliado y número dos del gobierno, Nick Clegg.

Pero lo más sorprendente fue sin duda el segundo puesto logrado por el UKIP, el partido ultranacionalista que se afianza como la agrupación protesta. Su candidata, Diane James, basó su campaña en el discurso antieuropeo y antiinmigración, lo que le permitió arrancar votos a los conservadores de Cameron, que quedaron por delante de los laboristas de Ed Miliband.

Estos resultados tienen una doble lectura que vaticinan la difícil situación que atraviesa Cameron de cara a las elecciones generales de 2015. Los liberales, a pesar de su decadencia siguen demostrando que están ahí y los laboristas aunque pueden beneficiarse del desgaste de sus rivales, no terminan de convencer. El UKIP, el partido de moda, que creció en popularidad desde la crisis financiera, con la plataforma de una salida del Reino Unido de la Unión Europea y una mayor barrera al ingreso de inmigrantes, puede jugar un papel decisivo si su irrupción ayuda a los liberales a mantener escaños en lugares en los que su previsible caída podría en circunstancias normales beneficiar a los conservadores.

La elección parcial en Eastleigh, una circunscripción de 78.000 votantes en Hampshire, en la costa sur de Inglaterra, fue provocada por la dimisión el 5 de febrero del diputado y exministro «lib-dem» Chris Huhne, que se declaró culpable de haber atribuido a su mujer excesos de velocidad que él mismo cometió.

Los liberales-demócratas estaban también afectados por un escándalo de presunto acoso sexual. Varias mujeres acusaron a un antiguo responsable del partido —que niega los hechos— de actos indecentes entre 2003 y 2007.