La relación Cuba-Venezuela, en cuidados intensivos

La plana mayor del gobierno venezolano, integrada por el vicepresidente y canciller Nicolás Maduro; su mujer, la Procuradora General Cilia Flores; el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello y el superministro de Energía y presidente de Petróleos de Venezuela (Pdvsa), Rafael Ramírez, celebró una cumbre con el jefe de Estado cubano, Raúl Castro, la segunda en los últimos quince días. Por este motivo, sectores de la oposición se preguntan preocupados «si Venezuela es una colonia de Cuba».

Gustavo Mujica, subsecretario general del Movimiento al Socialismo, criticó la «cumbre roja» celebrada en Cuba. Dice que los representantes del gobierno venezolano se comportan «con descaro y sin ningún pudor» ante sus pares cubanos. «Pareciera que las decisiones se toman en La Habana. Chávez parece estar secuestrado pues no hay ni un parte médico oficial que nos diga cuál es su estado de salud”.

Leopoldo López, líder de Voluntad Popular, coincide con Mujica y critica que Caracas se haya trasladado a La Habana y convertido al país en una colonia cubana. «En La Habana se están tomando decisiones sobre el futuro de Venezuela», lo que es «una falta de respeto a la soberanía nacional».

Mujica pidió al gobierno venezolano que aclare los límites de su relación y la dependencia que mantiene con Cuba y su gobierno.

En el año 2000, Fidel Castro y Hugo Chávez empezaron a tejer la relación con el convenio petrolero, mediante el cual Venezuela suministraba a la isla 95.000 barriles diarios de crudo en condiciones de pago blandas y preferenciales. Cuba pagaba con servicio y especies la factura petrolera.

Los convenios bilaterales de cooperación fueron ampliándose a todos los ámbitos institucionales de Venezuela. Chávez otorgó a los cubanos los mejores y jugosos contratos por valor de 6.000 millones de dólares anuales, lo que ha permitido el salvamento financiero y económico de la isla, pero también el beneficio político del mandatario venezolano y su permanencia en el poder.

Los cubanos en Venezuela forman parte de los convenios suscritos, entre ellos cooperantes, técnicos, médicos, personal sanitario, agentes de inteligencia y de seguridad, y militares. Su cifra ha oscilado entre las 80.000 y las 44.804 personas, como reconoció Chávez a mediados de 2012.

El personal cubano se ocupa de la seguridad personal de Chávez. De las notarías y registros civiles y mercantiles, de las misiones de salud como Barrio Adentro y Centro de Diagnóstico Integral, de las aduanas, puertos y aeropuertos, la construcción de viviendas, electricidad, comercio de alimentos e hidrocarburos, desarrollo agrícola; prácticamente de todas las actividades, incluidas las militares.

La Misión Barrio Adentro, programa bandera de salud gratuito para los sectores humildes, ha servido para aumentar la popularidad de Chávez en las campañas electorales. Lo cuenta Yumar Gómez, uno de los quinientos médicos cubanos que desertaron a Miami el año pasado.

Gómez afirma al diario «El Universal» que sus jefes en Venezuela les ordenaban durante la campaña presidencial de 2012: «Teníamos que "advertir" a los pacientes que si ganaba Henrique Capriles nosotros nos íbamos a ir, ese era o es nuestro aporte a la campaña del presidente Chávez (…), apelar al miedo para que votaran por el mandatario».

La influencia política cubana ha sido eficaz con Chávez y es lo que intenta el gobierno con sus herederos. Sin embargo, en el campo técnico y de desarrollo hay dudas. Por ejemplo, los cubanos no han demostrado tener capacidad en el campo eléctrico. Caracas ha sufrido unos 50 apagones en lo que va de año, igual que en el interior del país.