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ABC Cultural

La pesadilla de luchar en un tanque de la IIGM: «El hedor por la falta de higiene nos hacía vomitar»

El calor, el ruido constante y el miedo a ser destruidos eran los compañeros de viaje habituales de las tripulaciones de los carros de combate

Columna de Shermans en la Segunda Guerra Mundial ABC
Manuel P. Villatoro

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Aquella mañana de 1944, durante la Segunda Guerra Mundial, comenzó con una sonrisa para Lafayette G. Pool . Después de tres años en el frente, era su último día en Europa. «Usted y su tripulación son héroes y quiero que regresen a casa ... con sus madres sanos y salvos», le explicó el coronel Richardson. En lugar de encabezar el ataque, como solía hacer, este 'as' estadounidense de los tanques (pues atesoraba una docena de Panzers y más de dos centenares de vehículos destruidos) fue destinado al flanco de la formación. Una posición en apariencia tranquila.

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