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ABC Cultural

El héroe del Imperio español que prefirió morir a sablazos a rendirse ante los piratas de Napoleón

Nicolás de Otero Figueroa y Cea se convirtió en el primer marino en obtener la Cruz Laureada de San Fernando de 2ª clase tras combatir en 1811 contra un corsario francés de un porte muy superior a su goleta

Manuel P. Villatoro

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«Que no 'monsieur', que no me rindo». En la actualidad es imposible conocer los improperios que debieron salir por la boca del entonces capitán de fragata Nicolás de Otero Figueroa y Cea cuando el corsario francés contra el que batallaba le aconsejó capitular. ... Pero la gallardía que había demostrado este español hasta entonces hace que, al menos en mi imaginación, tomen forma estas palabras. Lo que se sabe a ciencia cierta es que, durante todo aquel combate a lomos de su pequeña goleta « Ave Fénix », el oficial instó a sus hombres a dejarse la vida a pesar de que el porte de su enemigo era mayor. Los galos solo tuvieron una forma de lograr que dejase de combatir: disparándole hasta en tres ocasiones y soltándole dos sablazos en la mollera.

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