Caballero verde: el olvidado héroe español que aplastó dos veces al ejército de Saladino en las cruzadas
Javier Lorenzo, autor de «El caballero verde», analiza en ABC la verdad histórica tras este personaje y el extraño encuentro que mantuvo con Saladino durante la Tercera Cruzada
Se llamaba Sancho Martín , aunque las fuentes de la época le recuerdan como el «Caballero verde» por los ropajes que vestía en batalla. Y no era eso lo más extravagante de su atuendo. Además, acudía al fragor de la contienda ataviado ... con un casco enastado, como si se tratara de un ciervo dispuesto a arremeter contra sus enemigos. Los textos, así cristianos como musulmanes, dejaron patente su valentía en los sitios de Tiro y Trípoli durante la Tercera Cruzada. Batallas en las que se convirtió en la bestia negra de Saladino . Debió ser molesto, pues el mismo sultán mantuvo un encuentro con él para intentar que cejara en su misión. Pero no le sirvió. Así lo confirma Javier Lorenzo a ABC. Autor de varias novelas históricas como «El último soldurio», este periodista y escritor publicó en 2019 «El caballero verde» , la vida, ficcionada en parte, de este curioso español de las cruzadas.
¿Cómo conoció a este personaje?
Lo descubrí en una biografía que leí sobre el sultán Saladino . Empecé a investigar y me di cuenta de que aparecía tanto en las crónicas musulmanas como cristianas y que se convirtió en un personaje bastante relevante de la Tercera Cruzada. Teniendo en cuenta que, tras llegar a Tierra Santa con solo diez hombres, derrotó en dos ocasiones a Saladino y se entrevistó con él, podemos establecer que demostró sus habilidades en batalla.
Lo cierto es que sorprende que, teniendo el islam a las puertas de nuestra casa, se convirtiera en cruzado. Pero lo cierto es que hubo miles de españoles que quisieron marcharse a Tierra Santa. Hasta tal punto que dos papas prohibieron estos viajes a riesgo de que se despoblara la Península. Luego yo lo vinculo con un fenómeno muy en boga durante aquella época: el tráfico de reliquias .
¿Cómo es posible que se generalizara este fenómeno en pleno auge del fervor religioso?
Porque la credulidad, la codicia, la fe y el fanatismo religioso crean una mezcla peligrosa. Por otro lado, las reliquias tenían un componente económico importante. Si un pueblo contaba con una reliquia conocida tenía más posibilidades de crecer que sus vecinos. Ocupaban un espacio destacado dentro de la mentalidad de la sociedad. Fue algo exagerado. Pongo un ejemplo: ¿Si los musulmanes se hicieron con la Vera Cruz en la batalla de los Cuernos de Hattin , cómo es posible que, poco después, se siguiera adorando en Constantinopla otra Vera Cruz?
«Parece que haya que pedir perdón porque el término España tenga más de dos mil años de antigüedad»
Existe cierta controversia sobre el término «españoles» a la hora de referirse a las cruzadas. Algunos afirman que, por entonces, no se podía hablar de España…
Si se dice españoles es para facilitar la comunicación; porque se busca que todo el mundo entienda de qué se está hablando. Además, es cierto que aquellas personas no tenían el concepto de España que existe hoy, pero sí sabían que existía una tierra llamada Hispania. Lo vemos en los romanos o en los visigodos (que se denominaban a sí mismo hispanos). Sancho el Mayor de Navarra, por ejemplo, firmaba ya como rey de las dos Españas . Al final, el término no les era ajeno.
El problema es comparar mentalidades. Entonces el Estado no existía, pero sí España. Para ellos era la tierra que se hallaba entre Tarifa y los Pirineos. Incluía hasta la antigua Lusitania. Son ganas de mezclar las cosas y crear confusión desde la época actual. Parece que haya que pedir perdón porque el término tenga más de dos mil años de antigüedad.
¿Había nacido la república italiana en la época de Julio César ? No, pero se sabía que existía un concepto llamado Italia. Lo mismo que sucedía en la Galia, en Germania… ¿Por qué nos apuñalamos e insistimos en ser caínes? Me parece una discusión absurda que solo pretende enfangar el discurso y el fácil intercambio de ideas. Las pequeñas rencillas entre regiones son las que han provocado esto. Va en nuestra condición junto con la envidia. Somos como Oriente Medio, pero sin tiros: tenemos posiciones irreconciliables a pesar de que todos pisamos la misma tierra y somos hermanos.
Saladino
¿Cómo era la situación en España durante la Tercera Cruzada?
Por un lado, en España estaba la parte musulmana. Luego, en la cristiana, había cierta división. En Castilla y Aragón destacaban los «reyes niños», mientras que en Navarra había uno más veterano que aprovechó su edad para quitar territorio a sus dos enemigos. A la postre, cuando crecieron, tomaron su venganza y se aliaron contra él.
¿Y en Tierra Santa?
Sancho Martín llegó a Tierra Santa al mismo tiempo que se produjo la batalla de los Cuernos de Hattin, el momento de expansión absoluta sarracena gracias a Saladino. Además, había cierto desconocimiento de la forma en que hacían la guerra los musulmanes, algo que provocó severas matanzas de cristianos en contiendas como Acre . Era una época dura en la que había que hacer frente al hambre, a las infecciones y a la climatología. Solo hay que imaginarse a un noble de Gran Bretaña, acostumbrado a las temperaturas de su región, luchando en pleno verano en lo que entonces llamaban Siria. Es una imagen que permite entender lo que padecían los cruzados.
Se habla del retraso cristiano con respecto a los musulmanes y existe cierto mito alrededor de la destrucción premeditada de la civilización árabe…
No pensaban de esa forma ni tenían ese tipo de concepto. Era una guerra de Dios contra Alá. El resto de consideraciones están alejadas de la realidad. El retraso es cierto, pero también la relación entre ambas civilizaciones. Los cristianos seguían los usos del islam en vestimenta, agricultura… Basta darse un paseo por Córdoba para entenderlo. La catedral de Jaca, la primera gótica de España, se hizo avanzado el siglo XII. Eso denota el retraso.
¿Cómo es posible que, con el enemigo en la Península, hubiera caballeros que se marcharan a Tierra Santa?
La fe. Ganaban la salvación de su alma, un concepto fundamental en la época, y luchaban por la religión. Lo dejaban todo con tal de pisar (o recuperar Jerusalén). Era algo que estaba introducido en todo su ser, su corazón y su alma. Vale con recordar el grito con el que se llamaba a acudir a la Primera Cruzada : « Deus lo vult » (Dios lo quiere). La realidad es que hubo muchos españoles que acudieron. Un conde de Barcelona, un antepasado de Ramón Berenguer , fue a la Primera Cruzada con un gran contingente. Y ya en el siglo XIII, en Constantinopla, había un barrio de catalanes.
¿Aportaban los españoles los conocimientos adquiridos en la Península a sus compañeros cruzados?
Sí. La gran diferencia entre los españoles y el resto de europeos que fueron a Tierra Santa es que ya estaban acostumbrados a luchar contra el islam. Allí aplicaron lo que hacían en su casa. Sabían, por ejemplo, que su enemigo solía atacar y retirarse. Eso hacía que los cristianos se confiaran y avanzaran, lo que les llevaba a una trampa. Así fue como personajes de la talla de Sancho Martín , un noble menor que viajó con otros diez caballeros, se transformaran en héroes reconocidos en las crónicas de la época. ¿Cómo es posible si no que se convirtiera en la mano derecha de Montferrato y derrotara dos veces a Saladino?
Sorprende el atuendo que, según las crónicas, portaba Sancho Martín
En efecto. Las crónicas le definen como un caballero que portaba una indumentaria totalmente verde, con grandes astas de ciervo en el casco. ¿Por qué? Es difícil saberlo y los textos de entonces no lo narran. Es posible que fuera por una promesa religiosa o a una amada. Era una época en la que nació el amor cortés. También cobraron mucha fama las justas entre juglares donde se instauraron los escudos nobiliarios.
¿Se sabe algo de Sancho Martín antes de la batalla de Tiro?
Nada. Algunos expertos corroboran que existen fuentes –yo no he conseguido hallarlas por mucho que he investigado– que confirman su procedencia castellana. Pero la realidad es que los textos de la época se limitan a citarle como « caballero españo» o « caballero verde ». No se hace otra filiación sobre él. Yo le hice aragonés como excusa para habla de la unión del Reino de Aragón , pero la realidad es que pudo venir de allí.
«Sancho Martín, que aparece ya en un libro francés del siglo XV dirigiendo a las tropas, recibió el mando y cambió las estrategias»
¿Cuál fue su actuación en Tiro?
Había sido conquistada por Alejandro Magno tiempo atrás. Era una posición inexpugnable. El nombre significa, de hecho, «roca». Alejandro solo pudo hacerse con ella después de haber unido la isla en la que se había levantado con una rampa. Pasados los siglos esa construcción se mantuvo. El mar alojó sedimentos en ella y hoy forma parte del paisaje. Eso implica que había una franja bastante estrecha para acceder de forma terrestre. Una en la que no cabía un ejército. Por mar las flotas cristianas eran más fuertes que las egipcias.
Sancho Martín, que aparece ya en un libro francés del siglo XV dirigiendo a las tropas, recibió el mando y cambió las estrategias. Hizo uso de actos individuales como salir de la ciudad para retar a un contrincante ; atacar con la escasa caballería que poseían para que Saladino entendiera que todavía tenían víveres y no se habían comido los jamelgos; asaltar con brulotes (o barcos de fondo bajo) a los contrarios… Esto se debió a que su conocimiento de la guerra contra el musulmán era mayor que el de cualquier señor de la Europa central. Por eso, de forma espontánea, le entregaron tantas tropas. No hay otro motivo porque entonces Aragón no tenía peso en la zona, y él no contaba con un gran ejército, por muy fuerte y belicoso que fuera.
Con él sucedió lo mismo que con los conquistadores en América. Lograron mantener el Imperio porque el español llevaba ochocientos años combatiendo. Generación tras generación formándose de forma exclusiva para ello. Para un alto tanto por ciento de la población el oficio era la guerra.
Hasta tal punto se convirtió en una molestia que el mismo Saladino le pidió reunirse con él…
Saladino le llamó después de ser derrotado por él en Tiro y en Trípoli . A la segunda ciudad llegó con unos mercenarios normandos, pero de Sicilia. Sin descansar atacó a las tropas del sultán y le hizo una carnicería. Fue entonces cuando le pidió que mantuvieran un encuentro. ¿Qué se habló allí? Depende de las fuentes a las que se acuda. Algunas afirman que le ofreció a una de sus hijas a cambio de que se aliase con él. Otras, que le quiso dar oro, tierra y castillos. Pero Sancho Martín se negó. Dijo que él había acudido a Tierra Santa a luchar conta el musulmán. Yo me permito cambiar un poco este encuentro en la novela.
¿Qué sucedió con él después?
Desapareció de las fuentes. A partir de este punto, junté la parte histórica del personaje a través de un hilo conductor con otros episodios. Por ejemplo, las reliquias o la Cuarta Cruzada . Esta última ha sido una de las grandes olvidadas de la historia, quizá porque existe cierto poso de culpabilidad en los cristianos del Vaticano por atacar a los ortodoxos. En ella los cruzados iban a combatir al musulmán, pero terminaron conquistando Constantinopla y creando el Imperio latino de oriente. A él le hago testigo de todas estas cuestiones.
También aborda la unión de Aragón y con el condado de Barcelona con interesantes aportaciones históricas
Sí. He seguido los pasos de medievalistas como los hermanos Ubieto, quienes descubrieron que se había falseado la historia de Cataluña y que Próspero de Bofarull había tachado y hecho desaparecer documentos de la época para sustentar la Renaixensa y el origen del nacionalismo catalán.
Gracias a sus estudios me percaté de que en los testamentos de los condes de Barcelona no aparece la palabra Cataluña. Ni siquiera en el de Ramón Berenguer IV ni Petronila, quien, cuando cedió el poder a su hijo Alfonso II, se definió como «condesa de Barcelona».
El primero que incluyó el término Cataluña y consolidó el concepto fue Alfonso II. Con este dato se corrobora que la fecha de supuesta fundación de Cataluña que estableció la Generalitat a finales del siglo XX no es real.
Toma de Acre
¿En este sentido, cuál es la mentira más dolorosa que ha escuchado?
Lo más doloroso es ver los manuscritos medievales que Bofarull emborronó para que no se supieran las condiciones del matrimonio entre Petronila y Ramón Berenguer . Así queda claro que la preminencia es de quien lleva la corona, no de un conde. Eso implicaba que el que estaba autorizado ante Dios y los hombres era el rey de Aragón. De hecho, cuando el padre de Petronila cedió el poder a Ramón Berenguer, especificó que era mientras él lo considerara, que podía quitarle el poder cuando él quisiese.
¿Cómo es conjugar realidad y ficción para una novela histórica?
Primero es un trabajo muy arduo. Necesitas hacer acopio de toda la documentación habida y por haber para luego desechar el 90% y quedarte con lo imprescindible. Luego toca hacer magia . No es solo conseguir que las frases fluyan, es que las ideas se entrelacen. Es un elixir que hay que experimentar. Hay que lograr que no haya atajos fáciles, que nada chirríe al lector y, al mismo tiempo, conseguir rescatar a ese náufrago de la historia, hacerlo de carne y hueso y demostrar que padecía lo mismo que nosotros. Por un lado, debes atrapar al lector, pero, a la vez, ayudarle a conocer datos que, a veces, están en ensayos muy farragosos. Textos a veces en idiomas extranjeros y escritos hace siglos.
La labor de documentación debe ser exhaustiva, hay que huir de los clichés y atenerse a los datos. Luego viene el trabajo creativo, ese en el das vida al personaje y te transformas en un relojero que engarza pequeñas maravillas en otras maravillas.