Sueldos inmorales
Esta semana, Inmaculada Rodríguez-Piñero y Ramón Jáuregui presentaron el libro

Esta semana, Inmaculada Rodríguez-Piñero y Ramón Jáuregui presentaron el libro «La responsabilidad social de las empresas. Una mirada desde la izquierda», y pidieron «sensibilidad social» al sector privado, y proclamaron que los salarios de los ejecutivos en nuestro país están en «el límite de la moralidad».
La debilidad ideológica empresarial, reflejada en el respaldo a la RSC, explica que se pueda reclamar «sensibilidad social» desde la política, es decir, la coacción, y dirigido a las empresas, es decir, a la libertad. Jáuregui también repitió un viejo camelo: las empresas son poderosas y «los contrapoderes, tanto los Estados como los sindicatos, se están debilitando».
Si unos Estados que controlan directamente el 40% del Producto Interior Bruto e indirectamente buena parte del resto le parecen débiles a don Ramón, me pregunto cuánto más habrán de subir los impuestos para que estén rozagantes.
La debilidad de los sindicatos, por su parte, no es nada en comparación con lo que debería ser si se dejara a los trabajadores en libertad: la mayor parte del gasto sindical es extraído por la fuerza a los contribuyentes.
Lo de los sueldos «inmorales» es como lo de los beneficios «obscenos». Jáuregui recordó que cuando era dirigente de la Unión General de Trabajadores negociaba convenios en los que el presidente ganaba doce veces más que los empleados, pero como ahora hay honorarios que representan 500 veces el sueldo medio «se ha entrado en escalas salariales absolutamente escandalosas».
Lo escandaloso es que alguien pretenda meterse en lo que gana la gente merced a contratos voluntarios, y lo triste es que no piensen por qué está pasando eso, lo que les llevaría a analizar la globalización, el aumento del capital financiero, la movilidad de los activos, la diversificación de los riesgos, los nuevos agentes del ahorro y la inversión (como los fondos de pensiones y otros), la productividad, las fusiones y, «last but not least», la política monetaria expansiva.
crb@thinkingheads.com
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