Guiso de garbanzos con bacalao y panecillos

La noche anterior a la elaboración de la receta pondremos los garbanzos en remojo con agua caliente.Al día siguiente, escurre los garbanzos y colócalos en una olla rápida con el puerro, la cebolleta, el tomate y el pimiento, todo ello troceado toscamente. Añade un chorreón de aceite de oliva y cuece al mínimo (desde que la válvula suba al máximo) durante 25 minutos.Mientras se cuecen los garbanzos, prepara los panecillos. Para ello, ralla las rebanadas de pan y mézclalas en un bol con el huevo, una pizca de sal, los dientes de ajo y el perejil, estos últimos bien picados, hasta conseguir una masa homogénea y no demasiado espesa. Ahora vierte cucharadas de esta masa en una sartén con abundante aceite de oliva caliente. Una vez dorados los panecillos, escúrrelos y resérvalos.Transcurrido el tiempo de cocción de los garbanzos, y una vez la válvula haya bajado, retira la tapadera y añade a la olla las patatas troceadas y el bacalao. Sigue cociendo a fuego suave hasta que la patata esté tierna.Por último, incorpora a la olla los panecillos y las hojas de espinaca, apaga el fuego y deja reposar unos minutos.

Cuando escurras los panecillos, deposítalos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite. De esta manera no resultarán tan pesados.

El garbanzo es una legumbre, y como tal, posee unas características nutritivas muy interesantes.Entre los nutrientes más significativos de esta leguminosa podemos encontrar hidratos de carbono complejos, proteínas vegetales, vitaminas y fibra. Además, los garbanzos contienen muy poca grasa, y si son cocinados con ingredientes que no aumenten el contenido en lípidos, como es el caso de esta receta, son un alimento indicado para cualquier edad.Otro ingrediente protagonista en esta receta es el bacalao, un pescado blanco que se caracteriza por su escaso contenido graso. Su consumo supone además una fuente de alto valor biológico, así como de diversos minerales (potasio, fósforo, sodio, calcio y magnesio) y vitaminas del grupo B.