La viuda de Hugh Hefner recuerda como el fundador de 'Playboy' tomaba tanta viagra que se quedó sordo de un oído

Con motivo del lanzamiento de sus nuevas memorias, «Only Say Good Things: Surviving Playboy And Finding Myself», Cyrstal ha concedido una entrevista al 'Daily Mail'. Aunque reconoce ser fiel a la memoria de su marido se considera partidaria del «equipo Hef hasta cierto punto».

Según recoge en el libro, Hefner era un hombre controlador, hasta el punto de decir que esmalte de uñas debía usar, le daba golpecitos en la cabeza cuando se le veían las raíces e incluso le impuso un toque de queda a las 6 p.m. para que Crystal cenara con él todas las noche un menú que consistía en sopa de pollo, queso crema y galletas saladas.

Después de la cena, muchas veces, venía el sexo en grupo. «Era vergonzoso. No sé cuántas personas había en nuestra habitación al mismo tiempo, pero... muchas», le confesaba al medio. «Pensabamos: 'Oh, ahora es tu turno'». En realidad, nadie quería estar allí, pero Hef todavía pensaba que tenía 40 años, y esas noches, la gente, la mansión, solidificaron esa idea. Él sentía que todavía podía».

Otro de los detalles que Crystal descubre en el libro es que el magnate tomaba tanta viagra que perdió la audición en un oído. «Hef siempre dijo que preferiría ser sordo que no poder tener relaciones sexuales». La primera noche que pasaron juntos, Crystal la calificó de «nada especial».

Al recordar su matrimonio con Hef, Crystal admitió que tenía una «especie de síndrome de Estocolmo» y pensaba que si realmente tuvieran «amor verdadero», no habría invitado a otras mujeres al dormitorio. «Terminé aceptando que Hef me amaba de la mejor manera que sabía hacerlo».

Al mirar fotos antiguas de ella con Hefner de sus primeros años juntos, reconoce que «es muy triste» ver lo «bebé» que parecía en ese momento. «Miro hacia atrás y siento pena por esa chica», confiesa. «De repente vives ese momento como en 'El Mago de Oz' en el que la fantasía se desvanece, abres el telón y ves la realidad. Pero... ¿Quién tiene el dinero hace las reglas, verdad?»

Crystal finalizaba añadiendo que si ahora tuviera una hija propia, no le permitiría seguir sus pasos. «Lo único que puedo decir es que si vienes de una infancia feliz, perfecta y amorosa, lo normal es no acabar con alguien que te saque 60 años».