La sorprendente frase de Rodolfo Sancho: «Si Daniel fuese una mujer, pensaríamos que la han intentado violar»

El capítulo comienza con Sancho relatando cómo supuestamente se produjo una pelea en un baño que culminó en la muerte de Arrieta. Sin embargo, el momento más escalofriante llega cuando Daniel describe el acto de descuartizar el cuerpo, un detalle que su padre, Rodolfo Sancho (49 años), atribuye a un estado de «terror y pánico». El actor se esfuerza por no justificar la acción «grotesca» de su hijo, pero argumenta que el contexto y la presión psicológica de estar en un país con penas severas podrían haber influido en su comportamiento.

La familia Arrieta, por su parte, defiende la integridad y el carácter de Edwin, un cirujano respetado que, según ellos, no tenía enemigos y se mantenía alejado de conflictos. Una amiga cercana al fallecido describe cómo Edwin siempre compartía mensajes que iluminaban sus días, haciendo aún más desgarrador el dolor de su pérdida.

El episodio también indaga en la relación entre Sancho y Arrieta, sugiriendo que había más en su vínculo del que se conoce. Una amiga de Arrieta revela que él le había mencionado inversiones en un negocio de hamburguesas relacionado con Sancho. Sin embargo, la discreción de Edwin sobre su vida personal genera un halo de misterio, que Rodolfo Sancho rechaza, comparando la situación con antiguas críticas sobre relaciones de pareja poco convencionales.

En medio de sus declaraciones para defender a su hijo, Rodolfo Sancho desliza una frase en el documental que ha dejado perplejo a más de uno: «Si Daniel fuese mujer, pensaríamos que la han intentado violar».

El actor señala que la sociedad tiende a juzgar a las mujeres en situaciones de agresión de manera diferente que a los hombres, sugiriendo que la narrativa cambiaría drásticamente si Daniel fuera mujer. «Me he mordido la lengua demasiado», admite, tratando de desviar la atención del juicio mediático hacia su hijo y la relación entre ambos hombres, que ha sido objeto de especulación.

La familia Arrieta, que ha estado lidiando con la pérdida de Edwin, se mantiene firme en su búsqueda de justicia. Darling Arrieta, hermana de la víctima, ha expresado su dolor ante la incapacidad de su hermano para defenderse, a la vez que critica la narrativa que rodea el caso. «Él no está aquí para contar su versión», enfatiza.

Mientras tanto, la serie también ahonda en las irregularidades del proceso judicial tailandés, con Rodolfo acusando a la policía de falta de competencia y de haber denegado a su hijo la defensa adecuada. Las tensiones aumentan a medida que se desentrañan las contradicciones en las versiones del crimen, lo que deja a los espectadores preguntándose quién tiene la verdad.

Con cada revelación, 'El Caso Sancho' continúa dejando huella, planteando preguntas sobre la verdad detrás de la tragedia y la complejidad de las relaciones humanas. Este episodio no solo es un análisis del crimen, sino una reflexión sobre la naturaleza del dolor, la pérdida y la búsqueda de justicia en medio del caos.