Rappel: «Lucas y Blanca son unos grandes anfitriones»
Considerado uno de los videntes más prestigiosos a nivel nacional e internacional, por su consulta han pasado Christina Onassis, Severo Ochoa, La Pasionaria y muchos más
ÁNGELES VILLACASTÍN
Madrid
Rappel nació en Madrid. Obtuvo el título de profesor de francés por la Universidad de la Sorbona, pero nunca ejerció. Su abuelo y su padre ostentaron una de las tiendas de alta costura más exclusivas de la época, y ahí nació la vocación de ... nuestro protagonista por el diseño. Rappel fue modisto durante 22 años y vistió a grandes personajes del mundo artístico y social, Tita Cervera, Condesa de Barcelona o la Emperatriz Soraya. Pero su verdadera vocación le llegaría más tarde. Considerado uno de los videntes más prestigiosos a nivel nacional e internacional, por su consulta han pasado Christina Onassis, Severo Ochoa, La Pasionaria y muchos más.
—Rappel. A usted le conocemos por ser uno de los videntes más emblemáticos de nuestro país, pero también es un gran amante de los animales, ¿siempre ha tenido perros?
—En mi familia siempre hemos tenido perros grandes y pequeños. Y yo desde hace siete años tengo a Lucas, un regalo de una amiga por mi cumpleaños. Era un cachorrito y nació en Marbella. Y además tengo a una valenciana que la adopté hace un año. Era de un amigo que por problemas personales no podía tenerla y me la he quedado yo. Se llama Blanca. Los dos son Pomerania.
-
Mar Flores es una Preysler castiza y vecinal
Ángel Antonio Herrera
—¿Cómo recibió Lucas a Blanca?
—Empezamos a notar que Lucas se sentía solo. Había vivido con otro perrito que teníamos y falleció. Pensamos en buscar un compañero, pero entonces apareció Blanca y a él le encantó. Cuando se vieron por primera vez, parecía que se conocían de toda la vida. Ella también se había sentido sola y al ver a Lucas, debió intuir que su vida iba a cambiar. Ahora juegan juntos y se tratan con mucho cariño. Además, son muy sociables y cuando viene gente a mi casa les hacen un gran recibimiento. Son unos grandes anfitriones.
—¿Cómo es el día a día de Lucas y Blanca?, ¿les gusta viajar?, ¿prefieren la playa o el campo...?
—Nunca me han hecho trastadas. Los dos me siguen a todas partes, y Blanquita tiene que estar pegada a mi. Les encanta viajar y cuando los viajes son largos y tenemos que parar para descansar o comer buscamos sitios que tengan terraza para que estén con nosotros. Ella se comporta como un ser humano porque le gusta sentarse en alguna de las sillas mientras tomamos algo. Le encanta hacer tertulia con nosotros. Él espera en el suelo hasta que reanudamos el viaje. Los llevamos al campo, porque ni la playa ni la piscina les gusta.
—Ya conocemos a Lucas y Blanca. Ahora, me gustaría saber qué hace Rappel en estos momentos tan convulsos que vivimos.
—Sigo haciendo mis consultas telefónicas porque con la pandemia hay gente que las prefieren a las presenciales. Además, hay gente que me llama desde otros países... Pero también hay personas que prefiere venir a verme a mi despacho para que les lea la mano o me encargan cartas astrales. Ahora me están reclamando mucho que a través de videos felicite a la gente por su cumpleaños, eventos... Pero, muchas de las llamadas son para que Lucas y Blanca feliciten a sus niños pequeños, nietos... También sigo haciendo horóscopos, recetas para la navidad, para la suerte, plantas que hay que tener y las que no. Consejos que no te arreglan la vida, pero te dan ilusión. La página Web funciona muy bien y me ocupa todo el día.
—Después de la reclusión por la pandemia, ¿ha vuelvo Rappel a hacer vida social?
—Sí. He vuelto a socializar. Voy a los estrenos a bodas y bautizos que me invitan. Muchas veces conozco a varias generaciones de la misma familia. Con la familia real conocí a la reina Victoria, he sido muy amigo de la condesa de Barcelona, conozco a don Juan Carlos, al rey de España y ahora conozco a sus hijas... Hace unos días en un bautizo se me acercó un chico y me dijo: qué alegría verte, recuerdo que mi abuela te adoraba. Pues resulta que era el nieto de Conchita Márquez Piquer y bisnieto de doña Concha Márquez Piquer. Lo que más me gusta en la vida es recibir el cariño de la gente.
—¿Hay ahora más preocupación por el futuro?
—No. Toda la vida a la gente le ha preocupado el futuro. Las preguntas más habituales son sobre su trabajo, los hijos, los nietos, amigos. Pero todo el mundo termina preguntando por el amor. Da igual la edad. En el fondo todos y yo el primero tenemos miedo a la soledad. Durante años colaboré para ir en Navidad a visitar a personas mayores que vivían en residencias Estaban solos y las familias no les iban a visitar en esos días tan señalados. Les daba mucha alegría.
—¿A su consulta van más hombres o mujeres?
—Ahora me llaman por igual. Los hay muy conocidos, pero no te puedo dar nombres. Aunque las mujeres sois más valientes a la hora de preguntar.
—¿La naturaleza influye en nuestras vidas?
—Influyen mucho. Hay una flor que trae abundancia, y es la margarita blanca. La orquídea, la rosa o la blanca, también, pero nunca la azul. Y en maceta. El jazmín, las lilas y la buganvilla son símbolo de alegría. Nunca hay que tener plantas de plástico en casa, esas son para los cementerios. Tampoco recomiendo las caracolas cerradas a las que te acercas y se oye el mar. Hay una leyenda que dice que pueden alojar espíritus malignos.
—Podría hablar con Rappel horas, pero sus perros le reclaman. ¿Cuáles son sus próximos proyectos?
—Próximamente emitirán en TVE La historia de la Marbella de los años 70, la del gran Glamour y que yo viví intensamente y en la que colaboro. Y en diciembre me harán un homenaje allí. También participo en la docuserie de Bárbara Rey, y estamos en conversaciones para hacer la de mi vida.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete