Nacho Campo: «Estudio dos carreras porque no puedo asegurarme estar pinchando dentro de cinco años»
A sus 20 años, el hijo de Manuel Campo Vidal y María Rey compagina su formación universitaria con su faceta como DJ
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Iniciar sesiónNacho Campo, DJ madrileño de 20 años, es hijo de dos reconocidos periodistas, Manuel Campo Vidal y María Rey. Actualmente estudia una doble carrera de Ingeniería Informática y ADE en CUNEF. Con tan solo 17 años comenzó a trabajar en el ... mundo de la noche fascinado por el papel de los DJ: «Vi pinchar a Juan Valiente y era muy diferente a lo que yo pensaba y me sorprendió». A partir de ahí empezó a interesarse por ello pero viéndolo como un pasatiempo, aunque una persona que trabaja en una conocida discoteca «me dijo que me pusiera las pilas y llegaría lejos. Eso fue lo que hizo que me lo tomara en serio». Empezó a formarse para ello en la academia de AG JG, donde hizo un curso de producción y tuvo la oportunidad de pinchar en dos salas en Sierra Nevada con 16 años.
Pero no fue hasta la cuarentena cuando empezaron a fluir las cosas: «Explotó todo cuando hice directos pinchando en Instagram durante la pandemia gracias a la recomendación de un amigo». Estos directos sacaron a la luz a Nacho como DJ de la noche a la mañana y empezó a conocer a personas muy influyentes de la noche que querían darle una oportunidad: «Toda la gente con la que después trabajé, les conocí porque se metieron en mis directos».
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La primera oportunidad laboral seria llegó durante esta etapa virtual: «Me contactó Starlite para que hiciera un directo desde su cuenta y me dijeron que esa era mi prueba, si lo hacía bien trabajaría con ellos y si no me dijo que ya veríamos en unos años. El directo salió genial gracias a mis amigos y la ayuda de mis dos hermanos». Le propusieron dos bolos ese verano pero el COVID y el cierre de los locales de ocio nocturno, le impidieron pinchar.
Tuvo que empezar de cero tras la segunda oleada de la pandemia. Hizo sesiones en la discoteca Kapital y en un bar de copas en Paseo de La Habana en Madrid. Así fue abriéndose paso de nuevo hasta que en marzo de 2021 consiguió ser residente durante dos meses de la conocida discoteca Blackhaus y en verano se consolidó en Starlite. Nacho vive cómodamente con su sueldo de DJ, aunque sigue viviendo en casa de sus padres: «Todavía no he pensado en independizarme, estoy muy bien así». Su objetivo era pinchar fuera de España: «Lo conseguí la semana pasada que tuve una sesión en México».
A pesar de estar consolidándose, esta profesión siempre ha sido su plan B, ya que la carrera que está estudiando es la base sólida de su futuro. «La noche es inestable, siempre depende del público y no puedo asegurarme estar pinchando dentro de cinco años, seguiré en esto hasta que pueda y me deje de gustar, ahora mismo me encanta. Yo prefiero estar en la noche pasándolo bien con mis amigos a estar encerrado diariamente en una oficina».
Hasta ahora ha sabido compaginar ambas facetas: «Los días que tengo examen en la universidad pincho a primera hora y me voy pronto a casa. Nunca he tenido la necesidad de seguir la fiesta hasta el final». Seguir el legado familiar del mundo del periodismo no le ha interesado: «Tampoco he tomado a día de hoy una decisión para el resto de mi vida, a medida que pasa el tiempo se te abren nuevos caminos». Sus padres le han apoyado pero «si yo ahora mismo solo estuviera pinchando en discotecas, por muy bien que me fuera, mis padres se preocuparían por mi futuro a largo plazo pero no es el caso, ya que estoy haciendo dos carreras y con todo aprobado a día de hoy».
Responsable y enamorado
Cuando empezó era demasiado joven para pilotar una cabina y tuvo que esforzarse más para poder estar a la altura de otros DJs más veteranos y con más experiencia: «Al principio fue duro, la gente decía por qué está pinchando un chaval de 17 años y no otros de 20, por ejemplo». Pero siempre fue consciente de su responsabilidad: «No me he desviado, siempre he mantenido el tipo con mis jefes, la noche es divertida pero no tengo que olvidarme nunca de que es mi trabajo».
Nacho tiene pareja y está orgulloso de que esta haya sabido respetar su faceta profesional: «Cualquier relación se basa en la confianza, si una pareja no puede soportar la noche es porque no tiene una gran base para seguir. Ella también es guapa y tiene muchos seguidores en Instagram». A veces le acompaña al trabajo aunque él tiene claro que no quiere cambiar su vida. Este verano pinchará en Starlite por cuarto año consecutivo y por primera vez ofrecerá una sesión en las Islas Canarias: «No es muy común que un DJ de la península vaya allí a pinchar y me hace mucha ilusión». Aunque su sueño sigue siendo llevar su música a Argentina.
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