Quién es Jasveen Sangha, la 'Reina de la Ketamina' que está implicada en la muerte de Matthew Perry

Sangha, una británica-estadounidense de 41 años, está acusada de haber suministrado al actor la ketamina que eventualmente contribuyó a su muerte. Pero, ¿quién es realmente esta mujer y cómo se ha visto involucrada en un caso tan oscuro?

Jasveen Sangha no es una desconocida en los círculos de la élite de Hollywood. Descrita como una traficante de drogas que solo trabaja con clientes de alto perfil, Sangha ha utilizado su posición para establecer una vida de lujo, financiada por el comercio ilegal de estupefacientes. Se le acusa de haber utilizado su casa en North Hollywood como un «emporio de venta de drogas», donde suministraba sustancias como ketamina, metanfetamina y cocaína a famosos y ricos. Según la fiscalía del Distrito Central de California, su negocio llevaba años operando en la clandestinidad, y Sangha ha estado en el radar de las autoridades desde 2019.

En septiembre de 2023, apenas un mes antes de la muerte de Matthew Perry, Sangha habría comenzado a suministrar ketamina al actor. Durante las semanas que precedieron a su fallecimiento, se estima que el asistente personal de Perry, Kenneth Iwamasa, adquirió 50 viales de ketamina de Sangha, por un valor aproximado de 11.000 dólares. Según las investigaciones, Perry habría estado recibiendo terapia de infusión de ketamina para tratar la depresión y la ansiedad, pero su adicción a la sustancia lo llevó a usarla de manera recreativa, lo que resultó en un desenlace fatal.

Conocida por su estilo de vida extravagante, Sangha disfrutaba de frecuentes viajes a destinos de ensueño como Japón, Grecia, Francia y Dubai. Su vida estaba llena de lujos: conducía autos de alta gama, alquilaba una casa en North Hollywood por miles de dólares al mes, y no escatimaba en tratamientos de belleza. Sus amigos la describen como «obsesionada» con su apariencia, sometiéndose regularmente a tratamientos de Botox y otros procedimientos estéticos.

A pesar de las graves acusaciones en su contra, Jasveen se mostraba aparentemente indiferente a las investigaciones sobre su persona. Según fuentes cercanas, mantenía una actitud despreocupada, asistiendo a fiestas y eventos sociales como si nada estuviera ocurriendo. Incluso después de ser detenida brevemente en marzo por posesión de metanfetamina, Sangha fue liberada tras pagar una fianza de 100.000 dólares, y continuó con su vida como si las acusaciones no fueran más que un obstáculo menor.

La implicación de Sangha en la muerte de Matthew Perry no es un incidente aislado. Según las autoridades, forma parte de una red criminal más amplia, en la que también están involucrados dos médicos y el propio asistente de Perry. Estos individuos habrían explotado los problemas de adicción del actor para enriquecerse, sin preocuparse por las consecuencias mortales de sus acciones.

Uno de los médicos, Salvador Plasencia, se ha destacado como una figura central en esta red. Según las investigaciones, Plasencia suministró ketamina a Perry sin justificación médica, e incluso después de observar los efectos debilitantes de la droga en el actor, continuó vendiéndole más frascos. «Me pregunto cuánto será capaz de pagar este idiota», habría dicho Plasencia en un mensaje, demostrando un desprecio total por la vida del actor.

Por su parte, Sangha ha sido descrita por sus amigos como una persona «alentadora, dulce y espiritual», lo que contrasta fuertemente con las acusaciones en su contra. Algunos de sus allegados, como la diseñadora de interiores Clancy Carter, han expresado su sorpresa ante la implicación de Sangha en el tráfico de drogas, señalando que nunca había mostrado necesidad de dinero, dado que provenía de una familia adinerada en el Reino Unido.

Jasveen Sangha se enfrenta ahora a un juicio que podría condenarla a cadena perpetua. Con cargos que incluyen conspiración para distribuir ketamina, posesión con intención de distribuir metanfetamina y mantenimiento de locales relacionados con drogas, su futuro legal parece sombrío. Además, las autoridades continúan investigando su implicación en la muerte de otro hombre, Cody McLaury, quien falleció en 2019 por una sobredosis de ketamina.

Mientras Sangha espera su próxima audiencia, prevista para el 15 de octubre, su historia sirve como un recordatorio del lado oscuro de la fama y la riqueza en Hollywood. Un mundo donde la codicia puede superar a la moral, y donde las vidas, incluso las más brillantes, pueden apagarse trágicamente en medio de la corrupción y el exceso.