Gisela nos presenta a sus dos mascotas Lilu y Peter

—Gisela nos ha querido hablar de su vida privada y ha comenzado contándome quienes son Lilu y Peter.

—Ellos son mis dos grandes amores caninos. Los dos son adoptados. Lilu fue amor a primera vista. Cuando le enseñé las fotos a mi chico no lo dudamos y se vino a vivir con nosotros. Los perros adoptados tardan un poco en adaptarse, pero cuando vimos que estaba tranquila, pensamos que necesitaría a alguien de su especie para que hiciera un poquito de manada. Investigamos a través de asociaciones y apareció Peter. Un pelirrojo que llevaba tiempo sin adoptar y había sido devuelto un par de veces por otras familias. Es un poco trasto, pero le vimos tan desvalido que no dudamos en adoptarle.

—¿Le gustó a Lilu compartir su hogar con Peter?

—Ella se sentía la reina de la casa y aunque la ha aceptado, todavía hay cosas que le cuesta compartir: los juguetes, la comida. En ocasiones le gruñe, pero pasada la regañina, al final todo termina en juegos. Tienes que tener en cuenta que además Lilu nació en una jaula y la compartió con otro perro. Hay cosas que les marcan.

—¿Cómo son ellos?

—Lilu entendió enseguida que no tenía que hacer trastadas. Pero a Peter, aunque no esté solo no le gusta que nos vayamos de casa. Su reacción para llamar la atención es destrozar cualquier cosa que cae en sus patas. Lo rompe y lo peor es que se lo come. Tenemos que tener mucho cuidado. Pero me lo compensa con su cariño. Lo puedes comprobar en mi cuenta de Instagram.

—Me gustan sus nombres. ¿Quién los eligió?

—Entre mi pareja y yo. Lilu es el nombre de la protagonista del 'Quinto Elemento', y a Peter se lo pusieron en la asociación y no hemos querido cambiárselo.

—Hablemos de trabajo, Gisela.

—'Es una lata el trabajar' es mi último proyecto, un musical con el que estamos de gira y comparto cartel con Naím Thomas, un argumento clásico de superación, amor, conflicto y muchísima comedia, que nos trae algunos de los conocidos temas del gran Luis Aguilé y las extraordinarias canciones compuestas por Víctor Lucas. Entretenimiento, magia y sorpresas.

—¿Algún proyecto nuevo?

—Sí. Esto preparando otro espectáculo para la próxima temporada. Un concierto teatralizado dirigido al publico familiar.

—¿Los musicales familiares son para grandes y pequeños?

—Lo niños no van solos a los musicales y es importante que los padres o los acompañantes adultos también se lo pasen bien. Siempre intentamos hacer espectáculos divertidos para toda la familia: padres, abuelos, hermanos... Las familias quieren seguir teniendo planes con sus hijos y estimularles. Ir juntos a ver un musical, es mejor a que estén pegados al ordenador porque se comparte con ellos el tiempo.

—Gisela, cantante, actriz, bailarina y empresaria. ¿Cómo lleva esta última faceta?

—(Risas). Ser empresaria no es lo que más me gusta.

—¿Los musicales gozan de buena salud?

—Cuando hay boom también hay una saturación. Hemos estado parados durante la pandemia y ahora se quiere recuperar el tiempo perdido. Pero ahora tenemos otra crisis, la guerra de Ucrania, la crisis energética... Todo afecta y la gente se vuelve más conservadora. Aunque notros seguimos luchando.

—En España, Gisela ha sido la voz de canciones de muchas de las principales canciones de las películas de Walt Walt Disney Pictures. ¿Qué sintió cuando Walt Disney llamó a su puerta?

—Para mí ha sido importantísimo. A partir de ahí he desarrollado gran parte de mi carrera a nivel de teatro musical, concierto, imagen y, sobre todo, pertenecer a la factoría Walt Disney. Ellos pueden tener a quien quiera y que sigan contando conmigo a través de los años, te puedes imaginar lo importante que es para mi.

—¿Cómo ha logrado la factoría Disney sobrevivir a las nuevas tecnologías?

—Se ha renovado y las historias cada vez son más amables y sus mensajes mucho más inclusivos. Y los padres lo ven y fomentan que se consuma ese tipo de contenido.

—Gisela triunfa en todo lo que se propone, ¿cuál es su secreto?

—Con resiliencia. A mi nadie me regala nada. Yo procuro hacer mi trabajo con la máxima excelencia posible.

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Dedicarle mucho tiempo para que no se sientan solos

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