Gisela responde al enfado de Bustamante: «Puedo hablar de mi vida cuando quiera»

Ambos se encuentran inmersos en la gira promocional de 'Es una lata el trabajar', una comedia musical que nos trae algunos de los temas más conocidos de Luis Aguilé, las extraordinarias canciones compuestas por Víctor Lucas. Una divertida obra que se estrenó este pasado 4 de mayo en el Teatro Reina Victoria de Madrid y que permanecerá en la capital hasa el próximo 4 de junio.

El musical es uno de los nominados a los Premios de teatro musical, «síntoma más de calidad», especifica el catalán. «Me ha permitido retarme más como actriz porque los directores vienen del teatro de texto y me han exigido más. He podido disfrutar de ese proceso», confiesa Gisela.

Esta no es la primera vez que los dos cantante coinciden subidos sobre las tablas. Juntos ya han protagonizado cinco musicales en 13 años y aseguran que jamás han tenido roce alguno. «Naím tiene un carácter muy pausado. Yo soy más explosiva. Él es racional y cuenta hasta diez antes de decir cualquier cosa… entonces lo pone muy fácil todo», explica. «Es como trabajar con alguien de tu familia con el que te llevas muy bien. Siempre se hace más agradable si tienes a alguien de confianza», recalca él. Unos piropos que la artista no duda en devolver: «Es un crack. Tiene una memoria prodigiosa, procesa muy bien, se acuerda de todos los movimientos. Si no me acuerdo de algo le llamo a él», cuenta en relación a su faceta como actor. «Con pequeños gestos nos leemos muy bien la mente y ya son tan nuestros que es imperceptible para el resto de la gente», opina él.

Hace unas semanas, Gisela se convirtió en protagonista involuntaria después de confesar en una entrevista que ella y David Bustamante se dieron algún que otro beso durante el concurso. «Estábamos 16 chicos, o sea, con las hormonas... Todo el día juntos, viviendo una experiencia única, surgen mil millones de cosas. Era una cosa de amorío, un besito... era como un roneo», dijo. Unas declaraciones que no sentaron nada bien al cántabro que no dudó en responder: «Eso era algo que ya se sabía, no sé por qué lo ha dicho ahora, éramos jóvenes y bueno no sé si es gracioso recordar esas cosas». Y Gisela, que jamás pensó el revuelo que se generaría a raíz de unas inocentes declaraciones, intenta zanjar el tema: «No he hablado con David porque no le he dado ninguna importancia. Él tampoco se ha puesto en contacto conmigo. Si está enfadado, ya se le pasará. Se hace súper grande porque se comenta mucho, pero al final es una tontería», y deja claro que «cada uno hace con su vida lo que quiere y yo puedo hablar de la mía cuando quiera. No tengo ningún problema, no tengo nada de lo que esconderme ni avergonzarme», sentenciando que «valgo más por lo que callo que por lo que hablo».

Pese a este pequeño roce, la cantante asegura que «la relación con todos es maravillosa», en relación al resto de compañeros de la primera edición de Operación Triunfo entre los que se encuentran algunos de los artistas más famosos del panorama nacional como David Bisbal, Rosa López o Chenoa, entre otros.