Así es Diego Simeone fuera del banquillo: un divorcio, su mujer Carla Pereyra, sus hijos y por qué le llaman 'Cholo'

El entrenador colchonero se verá las caras este domingo con una de sus grandes pesadillas, el Real Madrid de Carlo Ancelotti, en un nuevo y tenso derbi al que ambos equipos llegan habiendo dejando muchas dudas durante el inicio de temporada. El Metropolitano acogerá este nuevo duelo entre los dos equipos de la capital, con dos de las grandes estrellas del momento en LaLiga, Kylian Mbappé y Julián Álvarez, viéndose las caras por primera vez.

Pase lo que pase en el encuentro, Simeone contará a sus espaldas con todo el apoyo de sus cinco hijos y de su actual esposa, Carla Pereyra. Repasamos todo lo que debes saber sobre el lado más personal del entrenador del Atlético de Madrid, Diego Pablo Simeone.

Nacido y criado en el barrio de San Nicolás en Buenos Aires, Diego Pablo Simeone tuvo una infancia muy tranquila y sin problemas gracias a la estabilidad de su entorno familiar: su madre era peluquera y su padre, Carlos Alberto «Giovanni», jugó una época al fútbol como amateur y, posteriormente, se dedicó al comercio. Al igual que su progenitor, este comenzó muy pronto a probar suerte en el mundo del fútbol y dejó claro que lo suyo venía innato en la sangre: «Cuando empezó a hablar, la primera palabra fue gol», contó su padre años después.

Su trayectoria la inició en Club Atlético Vélez Sarsfield, donde casualmente también surgió el apodo que le acompaña casi 50 años después: 'Cholo'. Fue su entonces entrenador, Victorio Spinetto, quien le otorgó este característico sobrenombre que ya había llevado anteriormente otro futbolista: Carmelo 'Cholo' Simeone, que había jugado durante varios años en Boca Juniors y en la Selección argentina.

Tanto Carmelo (fallecido en el año 2014) como Diego Pablo compartían apellido ─aunque no tenían parentesco─ y estilo de juego, por lo que Spinetto decidió recuperar este apodo para su nuevo pupilo. 'Cholo' es la palabra que emplean en países de Latinoamérica para designar a las personas con sangre europea y nativa americana en las que destacan más los rasgos indígenas.

Con 17 años, Simeone iniciaría finalmente su carrera profesional en el equipo donde se había formado, el Vélez Sarsfield, con el que debutó en Primera División en 1987. Poco después de este éxito, acabaría desembarcando en el Pisa italiano, donde permaneció dos temporadas, antes de dar el salto a la liga española. Fue el Sevilla quien le daría la primera oportunidad y allí se consolidó como mediocentro, lo que le permitió que en 1994 se encontrara por primera vez con el gran amor de su vida: el Atlético de Madrid.

Fue en esta misma época, tras fichar por el equipo de su vida, cuando el joven Diego Pablo Simeone se daría por fin el 'sí, quiero' con su novia, la modelo Carolina Baldini, a la que había conocido en un club nocturno en el que ella trabajaba dos años atrás. Entonces, la joven argentina, seis años más joven que el centrocampista, abandonó su carrera en el mundo del modelaje para seguir a su marido y formar una familia allí donde fuera. Durante sus casi 15 años de matrimonio, tuvieron tres hijos: Giovanni, Gianluca y Giuliano.

Sin embargo, no era oro todo lo que relucía en esa relación. En 2008, Baldini y Simeone ponían fin a su relación entre rumores de infidelidad por parte de ella que nunca llegaron a confirmarse. Se llegó a decir que le había sido desleal con un compañero de equipo, el también futbolista José Luis Pérez Caminero. Buena prueba de estas acusaciones han quedado en las gradas de los estadios, donde durante años sonaba el cántico «Caminero, te foll… a la mujer de tu compañero».

La pareja trató de darse una nueva oportunidad en 2011, justo el mismo año en el que el argentino regresó al Atlético de Madrid para ponerse al frente del equipo. Sin embargo, poco después se confirmaba la ruptura definitiva de la pareja.

Desde esa escabrosa separación, Simeone había permanecido en silencio respecto a esta relación, algo que no había hecho su exmujer. En declaraciones al programa LAM, Baldini aseguró que «la separación fue en buenos términos»: «Siempre hay alguna cosa, no te voy a mentir. Pero la verdad es que fue muy amigable. Fui yo la que tomó la decisión de separarnos. Di todo en la pareja y no me queda nada. El amor se terminó», apuntó entonces respecto a los motivos de su ruptura.

Unas palabras que no gustaron nada al técnico, que se defendió y lanzó unas duras acusaciones contra su expareja: «Estoy cansado de que salga a hablar después de 15 años. Más aún sabiendo que nunca hablé de todo lo que pasó y el daño que generó. Ella sigue hablando como si nadie tuviera memoria. Me cansé de intentar cuidar a mis hijos y de protegerlos del entorno. Ya no hay vuelta atrás. Ella rompió códigos fuertes de la familia y ya no tengo más paciencia», aseguró hace un par de años en el diario La Nación.

A pesar de esta mala experiencia en el mundo del amor, el Cholo Simeone no ha tenido miedo a la hora de abrir las puertas a enamorarse otra vez. Y así le sucedió en 2014, cuando conoció a su actual esposa, la modelo Carla Pereyra, 17 años menor que él y con la que ha formado una familia en los últimos años.

La pareja se conoció, según ellos dicen, por cuestiones del azar tras coincidir por primera vez en un restaurante de Madrid. «Fue muy gracioso. Lo conocí en un restaurante. Yo fui al baño y él me siguió...», reconoció la esposa del entrenador, que lo reconoció al instante porque era seguidora del Atlético de Madrid. Al salir del aseo, ella le dio la enhorabuena por su buen trabajo como técnico del club, pero su respuesta fue muy diferente: «Te estoy esperando a ti», le dijo el argentino.

En un primer momento, la modelo no cayó en las habladurías de su actual marido cuando este mostró interés por ella. «Soy de Paraná, soy argentina. No me hagas el cuento», le dijo en el momento, sin saber que este acabaría convirtiéndose en el gran amor de su vida. A partir de ahí, la pareja comenzó a conocerse y, según ha reconocido Pereyra, su primera cita fue en un céntrico cine de Madrid en una tarde de intensa lluvia. Desde entonces, se volvieron inseparables.

La pareja se acabó dando el 'sí, quiero' en 2019 en una ceremonia celebrada en la Toscana italiana, donde actuó el famoso tenor Andrea Bocelli.

Junto a Carla Pereyra, el exfutbolista argentino volvía a convertirse en padre de 2016 de la pequeña Francesca, de 7 años, y poco después de Valentina, que acaba de cumplir cinco años. Aunque sí era la primera experiencia en el mundo de la maternidad para la modelo, no lo era para el Cholo, que ya había sido padre en tres ocasiones junto a su exesposa.

Los tres hijos del técnico colchonero, Giovanni (29), Gianluca (26) y Giuliano (21) no han tenido jamás problema con la nueva vida de su padre y se han mostrado siempre felices con ello: «A nosotros nos tocó este momento de la vida y todo lo que cuentan es cierto. La clave fue la paciencia, el amor. El que vean que nuestra casa era su casa cuando venían. Que no tenían que pedir permiso para nada. Y que entre su papá y yo había una relación sana. Creo que los hijos cuando ven eso en su padre o en su madre naturalizan mucho más las cosas», contaba la modelo a la hora de hablar de la relación.

Tanto Giovanni como Gianluca y Giuliano han seguido los pasos de su padre en el mundo del fútbol, algunos con más fortuna y talento que otros. Este último, el menor de todos, es el único que se ha puesto en manos de su padre, pues, desde esta temporada, tiene ficha en el primer equipo del Atleti y se desmarca para ser una de las grandes promesas del club rojiblanco.

Menos suerte han tenido sus hermanos, que tienen papeles algo menores en otros equipos. Gio Simeone se ha consolidado en el Napolés, club al que llegó en 2022 tras pasaron por varios equipos del Calcio, aunque allí tiene un papel de suplente que no ha conseguido cambiar por el momento. Por su parte, Gianluca, el hermano mediano, es el que ha tenido una carrera algo más humilde: actualmente juega como delantero en el Rayo Majadahonda de Segunda Federación española, aunque ha pasado también por equipos de un rango más alto como el UD Ibiza.