Crece la preocupación por la salud de Carlos III, según Pilar Eyre: «Empeora día a día»

Carlos III, quien ascendió al trono tras el fallecimiento de su madre, la Reina Isabel II, se ha mostrado al público con una imagen de entereza y serenidad. Sin embargo, según Eyre, la realidad detrás de las paredes del palacio es mucho más preocupante de lo que se dice. «El estado de salud de Carlos empeora día a día», escribe Pilar y agrega que, «aunque no se publican en ningún medio serio, corren rumores que el avance del cáncer es imparable».

El pasado lunes, el monarca asistió al 80 aniversario de la liberación del campo de concentración de Auschwitz-Birkenau, en Polonia. A pesar de las recomendaciones médicas de no viajar, Carlos III decidió asistir al actor, mostrando su compromiso con sus obligaciones como Rey de Inglaterra. «Carlos III caminaba, emocionado y sereno, a pesar de su grave enfermedad, haciendo suyo el juramento de los reyes ingleses: 'Me comprometo a seguir con mis obligaciones el mayor tiempo posible'», aseguró la periodista en su artículo.

Según Pilar, las imágenes del Rey en Auschwitz, reflejaban su lucha contra la enfermedad. «Siempre vamos a recordar esa imagen bajo el arco de Auschwitz, muy pálido a pesar del maquillaje, con la boca pintada para disimular las llagas que provoca el tratamiento, con los ojos rojos, pero aguantando», comentó.

La escritora también reveló que, el viaje a Australia en noviembre pasado, marcó un punto de inflexión en la salud del hijo de Isabel II. «Los médicos accedieron a regañadientes a interrumpir once días el tratamiento, pero el resultado fue un retroceso en su estado que hizo saltar las alarmas», asegura. Desde entonces, Carlos III ha limitado sus apariciones públicas a audiencias cortas, la mayoría en su residencia, y ha reducido significativamente su agenda de compromisos.

La situación del monarca ha tenido un impacto indirecto en otros miembros de su familia. Su hermana, la Princesa Ana, por ejemplo, ha tenido que asumir un papel más protagónico en los actos públicos, el cual disminuyó hace unos meses tras el accidente que tuvo mientras montaba a caballo. Por su parte, su hijo mayor, el Príncipe Guillermo, también ha estado ausente de la escena pública a raíz del diagnóstico de cáncer de su mujer, Kate Middleton, que ya se encuentra en remisión.

Por otro lado, Pilar Eyre no duda en comparar el 2024 con el 'annus horribilis' que vivió la reina Isabel II en 1992. «El diagnóstico de cáncer de col rey y el de la princesa de Gales fue un mazazo para la familia», escribe en su artículo. A estos acontecimientos también se suman los escándalos en torno al Príncipe Andrés, cuyas finanzas y su relación con el fallecido Jeffrey Epstein continúan generando gran controversia, así como las acciones legales del Príncipe Harry contra los medios de comunicación.

Finalmente, la periodista señala que la Casa Real británica ha optado por mantener en secreto los detalles del tipo de cáncer que padece el monarca y sobre todo, el tratamiento que recibe. «La situación es muy oscura», afirma y recuerda que en octubre, se realizó una sesión fotográfica para tener «material inédito de archivo», lo que sugiere que la Familia Real se prepara para lo peor.