Bertín Osborne: la mujer por la que aún llora 18 años después

Su pérdida dejó un gran vacío en sus hijas, a las que estaba muy unida. También en el artista, quien agradeció a los medios de comunicación el trato y respeto que recibió toda la familia tras el fatal desenlace. Y es que, aunque el matrimonio puso fin a su relación once años después de darse el 'sí, quiero', siempre guardaron una excelente relación por el cariño que se tenían y los hijas que tuvieron en común -Alejandra, Claudia y Eugenia-.

Su historia de amor se remonta a los años 70, cuando se conocieron debido a que pertenecían al mismo círculo social. La chispa del amor surgió entre ellos y después de tres años de noviazgo, en 1977, sellaron su amor en la iglesia de San Miguel de Jerez, la misma en la que se casó el pasado mes de octubre su hija Claudia Osborne. Y pese a que Domecq se caracterizaba por su discreción, ser la esposa de uno de los galanes más deseados de España la hizo convertirse de lleno en una de las personalidades que conformaban la crónica social por aquel entonces.

Sin embargo, no fue oro todo lo que relucía. Durante los años que estuvieron casados, tuvieron que hacer frente un huracán de rumores de infidelidad por parte de Osborne y, por ende, de divorcio. Una separación que se hizo realidad en 1988 cuando, embarazada de la tercera hija que tuvieron en común, anunciaron la disolución de su matrimonio. Y aunque ambos rehicieron sus vidas por separado, siempre mantuvieron una estrecha relación por todo lo que habían vivido juntos -su hijo Cristian falleció al antes de cumplir su primer mes de vida-.