Esther Ruiz: «Martínez-Almeida es muy simpático, pero no quiero novio»

La número dos de Ciudadanos responde a los piropos del alcalde de Madrid

Esther Ruiz posando para ABC IGNACIO GIL

Lleva tatuada en la muñeca derecha la inicial del nombre de su hijo, que llegó a este mundo el 8 de marzo -Día Internacional de la Mujer- de hace 13 años tras 22 horas de parto. En la izquierda, se solapan las pulseras de silicona ... grabadas con la marca de Ciudadanos, el partido al que se afilió a finales de 2014 para dar alas a su vocación de servicio y aportar su experiencia en el mundo de la cultura. El último proyecto de Esther Ruiz (Madrid, 1978) antes de aterrizar en la Asamblea en mayo de 2015 fue la animación de la película de Hollywood, ‘El Juego de Ender’, con Gavin Hood. Su curriculum está ligado a la afombra roja y la producción de cine, una industria a la que no descarta regresar. Por el momento, todas sus fuerzas están centradas en la campaña del 4 de mayo -ocupa el número dos en la lista de Edmundo Bal - y en sus estudios de primero de Políticas, que cursa a través de la UNED. «Cuando empecé a trabajar era muy joven y no todos hemos tenido las mismas oportunidades. No estudié ninguna carrera. Es una espinita que tengo clavada».

Esther es hija de un militar y una decoradora que se reinventó como comercial. Se declara adicta al café -toma seis al día-, fan de los videojuegos y el hip hop. Después de 13 años soltera, jura que jamás se descargaría una aplicación para ligar. La semana pasada, el alcalde José Luis Martínez-Almeida la situó en el foco mediático tras referirse a ella como una «política muy atractiva». Se tomó el cumplido con agradecimiento, naturalidad y humor. Nos cita en el legendario bar Richelieu del Paseo de Eduardo Dato, al que suele venir a tomar, cómo no, café.

En campaña, con Edmundo Bal INSTAGRAM

¿Cómo vivió el terremoto político del 10 de marzo tras la convocatoria de elecciones?

Lo tengo grabado a fuego. Estaba en el coche yendo a una reunión y según estoy aparcando me llegan 50.000 whatsapp a los grupos y leo: «Esther, vente a la Asamblea, corre». Pensaba que era broma. Aún estoy en shock, no pensaba que un acto tan irresponsable podía llevarse a cabo en la Comunidad, cuando el Gobierno funcionaba fenomenal y esa misma tarde íbamos a firmar los presupuestos.

¿Ha cambiado su día a día al entrar en campaña?

En la Asamblea era más rutinario porque llevaba ya seis años, aunque siempre aporto mi lado creativo. Yo estaba como portavoz de Cultura, y en la anterior legislatura como portavoz de Mujer. Ahora, en campaña, es un no parar. Me levanto a las 7 de la mañana porque tengo un hijo adolescente que va al colegio. Él me prepara el desayuno, un café solo. Mientra recoge sus cosas, yo me voy leyendo el resumen de prensa. Es un niño muy independiente. Cojo el coche y no enciendo la radio nunca. Antes de poner Spotify, llamo a mi madre todos los días. Vive en Chamberí como yo, tengo una relación muy buena con ella. No solo ha sido madre, ha sido cómplice y ahora que las dos tenemos una edad, podemos ser amigas.

Nieta de músicos

La relación con sus abuelos también fue muy especial.

Mi abuela era Carmen Díez Martín, catedrática de piano del Real Conservatorio Superior de Música de Madrid. Falleció con 102 años tocando el piano hasta el último día. Murió el día de las elecciones de mayo de 2015, la misma noche en que salimos los 17 diputados de Ciudadanos. Me llamó mi madre y me dijo: «Vente». Fue la noche más agridulce, lo último que dijo antes de dormirse fue: «¿Lourditas -que es mi madre- ha salido la niña?» Y mi abuelo, José Fernández, fue el fundador del cuarteto clásico de Radio Nacional de España y el primer violín del cuarteto. 64 años estuvieron casados, la música les unió.

Antes de la pandemia, ¿salía mucho?

He sido cero juerguista. Me separé cuando mi hijo tenía siete meses y yo, 29 años. No me he casado nunca, aunque se ha publicado que soy divorciada.

Esther Ruiz IGNACIO GIL

¿Cómo conoció al padre de su hijo?

Yo estaba trabajando en Ábaco Movies y le contratamos para hacer una película que se llama ‘La Distancia’, con Miguel Ángel Silvestre y Coronado. Él es director de fotografía, uno de los mejores del mundo. Y según le vi entrar por la puerta dije: «Ahí está el padre de mis hijos», flechazo absoluto. Él vivía en Los Ángeles y se vino a Madrid. Luego nos fuimos a vivir a Barcelona porque él es de allí. En 2008 nació mi hijo. Es un padre muy divertido, nos llevamos muy bien. Hablamos casi todos los días por videoconferencia.

¿Volvió a enamorarse?

Llevo 13 años soltera.

¿Ha usado apps para ligar?

A mí no me vas a ver en Tinder jamás, creo que mis amigas están apuntadas, pero yo no. Tiene que ser alguien que me llame la atención, que me atraiga intelectualmente, que sea divertido, pero que conozca.

¿Tuvo una relación con alguien de Ciudadanos como se ha publicado?

Es mentira. Desde que entré en política tuve claro que mi vida personal está fuera, lo que es política es trabajo y solo tengo amigos. Soy de compartimentos estancos. Si te echas pareja en política, vas a estar hablando de política todo el día y yo quiero salir de esa burbuja. Necesito mundos distintos.

La semana pasada, Almeida le dedicó unas bonitas palabras.

Las cosas hay que tomárselas con humor, yo me reí. Él también es un tipo muy simpático. Otra cosa es que a raíz de esto en otros medios se esté mintiendo al hablar de mi vida personal.

¿La ha llamado alguna vez?

No tengo su teléfono y no creo que él tenga el mío. Solo he hablado con él una vez en mi vida en el aeropuerto de Madrid porque nos encontramos; yo estaba esperando a mi hijo y él a otra persona. En el resto de ocasiones, solo nos hemos saludado, al ser miembro yo de Mesa porque hay un respeto y un protocolo.

¿Tendría una cita con él?

Tengo una cita con él, si quiere, el 5 de mayo, y nos sentamos a negociar el Gobierno de la Comunidad de Madrid. Yo tengo mi vida personal muy fuera de la política. No quiero un novio. Echarme pareja no está entre mis prioridades. Entre el niño, la carrera, la Asamblea y la campaña, no tengo tiempo. No me he casado ni me quiero casar. Es una declaración curiosa, la declaración más pública que he visto en mi vida, es solo algo simpático. No creo que sea una llamada al amor. Seguro que tiene ojos para muchas más, yo solo tengo ojos para mi Edmundo Bal, que es mi abogado del Estado favorito.

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