Charlene de Mónaco, la Princesa desaparecida desde hace un año

El 8 de noviembre, con la llegada a Mónaco de la Princesa parecía que todo empezaba a solucionarse. Visiblemente delgada y sin desprenderse de su mascarilla ni para la foto oficial, las consecuencias de las tres operaciones se hacían visibles. Días más tarde, el 16 de noviembre, el palacio de los Grimaldi emitía un comunicado en el que se anunciaba que los problemas de salud de Charlene la incorporarse a sus obligaciones oficiales: «La Princesa sufre fatiga general profunda y necesita un período de calma y descanso» y añadía «para proteger la comodidad y la privacidad esenciales para su recuperación, la ubicación de la Princesa seguirá siendo estrictamente confidencial».

Días más tarde se conocía que Charlene había ingresado en la clínica Paracelsus Recovery especializada en adicciones y problemas de salud mental en Zúrich para reponerse sobre una dolencia que «no era solo física».

El pasado 27 de enero Mónaco celebraba por todo lo alto el día de su patrona, Santa Devota. Una fecha muy especial donde el Principado tenía la esperanza de poder volver a ver a su princesa Charlene, sin embargo la mujer del Príncipe Alberto II, era la gran ausente. Para despejar todas las dudas el Palacio de Grimaldi emitía un nuevo comunicado en el que explicaba que aún tendrá que estar varias semanas fuera de Mónaco. «La convalecencia de Su Alteza Real la Princesa Charlene continúa de manera satisfactoria y muy alentadora. Su recuperación, así como el seguimiento de sus cuidados bucodentales aún necesitan de varias semanas» y añadía «tan pronto como su salud lo permita, la Princesa volverá a compartir momentos de felicidad con los monegascos. Durante este período, la pareja real pide que su vida privada y la de sus hijos sigan siendo respetados».