Blanca Marsillach: «Mantengo una relación discreta desde hace 20 años»

Han pasado quince años desde que no subía a un escenario. ¿Algo de lo que preocuparse ante este estreno?

Cuando murió mi padre ya me había dicho que iba a pasar mucha hambre dedicándome al mundo de la interpretación. No quería que me hiciera actriz pero de esas palabras entendí que no iba a quedarme siempre esperando una llamada de trabajo, sino que monté mi compañía con mi socia Elise Varela. Empezamos con montajes de Tennessee Williams antes de la crisis y logramos sacar trabajos estupendos. Hacíamos giras, actuaba, producía… pero llegó la crisis y estando en Los Ángeles decidimos darle un giro al teatro dedicándonos durante quince años a representar obras de carácter social (acoso escolar, violencia género, igualdad, discapacidad…) pero echaba de menos actuar. Ha sido una labor social muy bonita que ahora continuamos pero necesitaba volver al teatro y aprovechando que se cumplían 20 años de la muerte de mi padre quise rendirle un homenaje recordando a los clásicos. Lo hablé con Rellán y en seguida lo vimos claro. Llamamos a Mario Gas y así surgió todo de la forma más natural y con grandes que han conocido a mi padre.

En su día se fue a Estados Unidos huyendo de la fama de su apellido en busca de su propia identidad y hoy vuelve a sus raíces con este homenaje.

En aquellos tiempos yo tenía una losa encima. Entre mi hermana Cristina, que era guapísima, mi madre, que fue a Miss Universo, mi padre ultra famoso y yo que era el patito feo entenderás que tenía todas las papeletas para perder. Quería salir de todo y me fui para despegar. Estudié en la universidad de California, monté mi compañía, produje mis obras, trabajé con gente muy importante. Me ha costado Dios y ayuda llegar a ser quién soy y es que mi padre era muy estricto. Le hacía maldita gracia que su hija fuera actriz. Me hacía muchísimas pruebas cuando me daba algún personaje y te aseguro que me costó lo mío. Hoy las cosas son diferentes. Estoy más relajada, los años colocan todo en su sitio y he podido mantener el legado de mi padre con mi trabajo.

¿Qué era lo que le preocupaba a su padre?

Que me compararan siempre con él. Como me dice Cayetana Guillén Cuervo «es que a veces esperan de ti que nazcas sabido porque vienes de una saga» y te aseguro que yo me lo trabajé desde abajo. Mi padre sabía de la dureza de esta profesión y de lo privilegiado que él era gracias a su talento. Me decía que estudiara cualquier otra cosa.

¿También le pasó con su hija Cristina?

No le hizo gracia tampoco cuando actuaron juntos en la película 'El poderoso influjo de la luna' al igual que en 'La señora García se confiesa' donde fue mi madre quien le animó a que cogiera a Cristina por el enorme parecido que tenía con Lucía Bosé . Lo que ocurrió con mi hermana es que era tan guapa que todos se peleaban por ella y ante este tsunami mi padre no pudo hacer nada a pesar de lo consciente que era que esos arranques no siempre son eternos.

¿Qué tiene de su padre y qué de su madre Tere del Rio?

De mi madre el parecido físico ya que soy muy andaluza además de haber heredado el gusto por los idiomas, los viajes o ser una avanzada a su generación aunque en eso coincide con mi padre que se adelantó 30 años al teatro social. Pero de mi padre sobre todo tengo ser incansable en el trabajo.

Tengo la sensación que en el terreno personal no ha sido tan afortunada como en el trabajo.

No he tenido buena suerte con los hombres en general y es verdad que hubo un momento en que quise ser madre pero perdí un bebé y luego ya no se dio esa circunstancia. Mantengo una relación de más de 20 años con un señor muy discreto y ajeno a este mundo que vive en Estados Unidos pero es algo de lo que no suelo hablar en los medios. Creo que nos viene bien estar cuatro meses separados porque nos permite crecer en nuestros caminos y reencontrarnos. Hoy es una relación de amistad, de complicidad, de saber que estamos ahí y es que eso es el amor. Pocos saben de su existencia porque ni lo saco en medios ni lo llevo a los estrenos o eventos. La verdad es que te lo cuento porque somos amigas desde los años de estudiantes en el colegio Estudio y eso hace que me relaje contigo. A veces pienso en adoptar un niño pero te confieso que mis hijas son mis perritas, ya llevo cuatro, y siempre son una Yorkshire además de que hoy no creo que tenga la energía vital para un hijo.

¿Qué fue de su hermana Cristina? Ella sí desapareció de los medios hace mucho cuando se casó y mudó a Bilbao.

De eso ya hace mucho. Se divorció y ahora vive entre Córdoba y Madrid. No le quedaron ganas de seguir como actriz y lo suyo es escribir y hacer una vida más de reflexión. Por desgracia nuestra comunicación actual no es muy fluida. En la familia hay épocas en las que te distancias. Yo tuve unos años con mi padre que nos llevábamos fatal aunque luego hicimos las paces.

¿Se ve carne de 'reality' en televisión?

Confieso que no es algo que me interese especialmente. No tengo nada en contra pero como no los sigo no sé ni si encajaría.

¿Qué queda de la Blanca rebelde los años 80?

Uyyyy eso fue una locura. Los 80' me pillaron muy jovencita y prematura. Me alegro haber superado una serie de cosas de las que muchos no pudieron salir. Por suerte dejé un mundo peligroso porque toqué fondo y me di cuenta a tiempo. Hoy lo puedo hablar porque pienso que ayudo a otras personas pero son asuntos que no suelo explicar en entrevistas y eso que es un milagro que hoy esté bien y sin secuelas de aquellos años tan duros para tantas personas. Lo cuento porque sé que me cuidarás.